El internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay señaló que eso hubiera sido conveniente antes del inicio del proceso. También que se debía exponer el injusto de la Guerra del Pacífico pues la Corte lo valoraría.
El abogado internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay dijo que antes del inicio de la etapa oral en la CIJ de La Haya, hubiera sido conveniente para los intereses nacionales que el Perú sostenga la tesis de que los documentos firmados con Chile en 1952 y 1954 “son tratados”, pero no de límites.
Del mismo modo, referirnos a la naturaleza del injusto de la Guerra con Chile que sería “hondamente valorado por la Corte”.
“Hemos presentado la Declaración de Santiago solamente como una declaración política que luego fue ratificada. Decir que la Declaración de Santiago es un tratado no es afirmar que sea un tratado de límites. Fue un tratado porque en su contenido se sella un pacta sunt servanda es decir la naturaleza del acuerdo y que además debe cumplirse. Los tres países firmantes acordaron consagrar para sí 200 millas de soberanía y jurisdicción. Ese fue el acuerdo ¿cómo entonces no considerarlo un tratado? que por cierto Chile no ha cumplido –por eso estamos en La Haya- pues el Perú no tiene las 200 millas que Chile y Ecuador sí cuentan”, dijo en una entrevista a la revista Perú Top Lawyer.
Rodríguez Mackay hizo esta recomendación a los funcionarios de Cancillería cuando fue incorporado a colaborar en la Comisión de Transferencia al actual gobierno en el sector de Relaciones Exteriores para el asunto específico de la controversia marítima con el país sureño.
“No debimos esperar que Chile dijera en sus alegatos que la Declaración del 52 y el Convenio del 54 eran tratados para luego nosotros a la luz de esa tesis expuesta oralmente y en el contexto de la fase oral, recién sostener ante la Corte que son tratados pero no de límites. Los razonamientos en la Corte son de filigrana. Aquí el orden lógico de cada cosa que se dice es altamente valorado por la Corte. Pero quiero decirle también con la mayor objetividad que Chile en realidad nunca estuvo a la altura del mejor razonamiento jurídico que correspondió a su defensa”.
Expresó también que el argumento de la Guerra del Pacífico hubiera podido ser valorado con buen criterio por la CIJ pues para ella un injusto “pesa mucho” y “donde existe un injusto puede materializarse toda construcción hermenéutica del Derecho”.
“La guerra cambió el mapa geopolítico de Perú con Chile e incluso de Bolivia. La guerra nos hizo vecinos de un país con el que nunca lo fuimos y que además, recurrió a mil pretextos para nunca devolvernos nuestros territorios ocupados. Por tanto, estamos pidiendo a la Corte que establezca un límite hoy inexistente a partir de un statu quo que Chile –hay que decirlo-, siempre lo planeó (..) Creo que en el Perú se ha cometido el error de no considerar la guerra para que no aparezcamos como revanchistas pero quiero decirle que ningún razonamiento jurídico puede elaborarse sin conocimiento de la realidad. Esto es elemental y ha sido una práctica de la Corte en los numerosos casos que ha resuelto desde 1946”.
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