La vitamina D es muy importante durante la gestación, incluso diversos médicos e investigadores recomiendan su consumo como suplemento durante el embarazo.
La vitamina D tiene la particularidad de que se sintetiza en las células de la piel, con la ayuda de la exposición a la luz solar.
Llamada también la “vitamina del sol” es uno de los nutrientes esenciales para el adecuado crecimiento y desarrollo infantil, ya que favorece la incorporación al organismo del calcio y del fósforo y contribuyen a construir nuestra masa ósea.
Un estudio realizado con más de dos mil mujeres de EE. UU. y publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, comprobó que las mujeres con deficiencia de vitamina D en las primeras 14 semanas del embarazo tenían el doble de probabilidades de tener bebés cuyo peso estaba en el 10 por ciento más bajo, lo que significa que eran pequeños para su edad gestacional.
¿Qué concluye el estudio?
Los bajos niveles de vitamina D en el organismo de la madre impediría la absorción de calcio de la madre, lo que podría reducir el crecimiento óseo en el feto, así como la secreción de las hormonas necesarias para producir la glucosa y los ácidos grasos que proveen energía al feto.
Los investigadores consideran que sería una buena medida preventiva plantearse el suministro de un suplemento de vitamina D a las embarazadas, así como se les prescriben otros nutrientes como ácido fólico, yodo o hierro.
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