Decenas de familias lo perdieron todo.
La tarde del miércoles 30 de octubre, en la ribera del río Rímac, se registró un incendio de grandes proporciones que afectó al menos 300 viviendas de los asentamientos humanos ubicados en la zona.
El fuego, que inició pasadas las 3 de la tarde, se extendió a lo largo de cuatro cuadras, consumiendo viviendas que en su mayoría están construidas con materiales inflamables.
La mañana del 31, decenas de familias amanecieron en el lugar con un panorama desolador. Algunos lo perdieron todo. Otros, por su parte, decidieron recoger lo poco que dejaron las enormes lenguas de fuego.
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