Dirección General de Salud Ambiental del Minsa dijo que todo dependerá de la capacidad de respuesta que tenga la sancionada empresa.
La empresa embotelladora de agua mineral Demesa podría reiniciar sus actividades comerciales a inicios del próximo año, siempre y cuando acrediten las mejoras hechas en sus instalaciones para ofrecer un servicio de calidad al público, informó hoy la Dirección General de Salud Ambiental del Ministerio de Salud (Digesa).
Al respecto, la directora de Higiene Alimentaria y Zoonosis de Digesa, Milagros Bailetti, dijo que todo dependerá de la capacidad de respuesta que tenga la empresa Demesa ante las denuncias de larvas y hongos en el agua de consumo humano que expenden.
Tras recordar que Digesa resolvió suspender el registro sanitario a los productos que comercializa Demesa, Bailetti indicó que la empresa embotelladora ha interpuesto un recurso de reconsideración, adjuntando la documentación que será evaluada antes de emitir una nueva resolución.
“El día martes van a incorporar mayor documentación que permita un mayor análisis de Digesa y poder evaluar y determinan las acciones a seguir. No podemos adelantar juicios”, anotó.
La funcionaria explicó que de acuerdo a ley, Digesa tiene un plazo de 30 días para resolver y reiteró que su único interés es velar por la salud de las personas y que no existen ningún interés comercial de por medio.
“Eso tiene que quedar claro. Cualquier problema de inocuidad o de calidad debe ser reportado a las autoridades competentes”, remarcó.
Hizo un llamado a todas las demás empresas embotelladoras para que reporten cualquier problema sanitario que encuentren en sus plantas o fábricas, antes de que sean detectados por la autoridad sanitaria, la que deberá adoptar medidas drásticas.
Informó que el viernes último representantes de Digesa y Demesa sostuvieron una reunión durante la cual se habló de los aspectos que obligaron a la suspensión de la autorización sanitaria.
Un grupo de trabajadores de la empresa Demesa realizaron hoy un plantón frente a la sede de Digesa, en Lince, en protesta por el cierre de la embotelladora.
Andina
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