Colecciones de Mariella Burani, Laura Biagiotti, Manuela Arcari, Dsquared2, Rocco Barocco y Frankie Morello se lucieron en sexta fecha de la Semana de la Moda.
El estilo clásico y sencillo de Mariella Burani, Laura Biagiotti y Manuela Arcari y el gusto revolucionario y rebelde de Dsquared2, Rocco Barocco y Frankie Morello se disputaron hoy la pasarela de Milán, en la sexta jornada de la Semana de la Moda femenina para la primavera-verano 2010.
La empresa Dsquared2, cuyos estilistas son los gemelos canadienses Dean y Dan Caten, lanza la moda "glamping", estilo original que se caracteriza por una mezcla de glamour y camping.
Las jóvenes modelos lucen vestidos en policloruro de vinilo (PVC), material que permite crear tejidos plastificados, brillantes e impermeables, ideales para quien tiene que acampar y no quiere mancharse.
La particularidad es que los modistos usan el PVC también para confeccionar largos y escotados vestidos de noche, con amplias faldas con vuelo, negros o de colores fluorescentes, como el naranja, el amarillo y el fucsia, con un efecto de hermosas "bomberas" que salen por la noche.
Estos vestidos están combinados con altos sombreros y grandes gafas graduadas, que parecen antifaces para soldadores.
Los trajes, dominados por holgados vaqueros o tejidos militares y los vestidos hechos con el material cuadriculado de las tiendas de campamento o con el de la hule antilluvia, no son el máximo de la elegancia, pero ganan el premio de la originalidad.
El estilista italiano Rocco Barocco presentó una colección dedicada a todas las jóvenes hijas que saquean el ropero de sus madres, para encontrar prendas de vestuario que puedan ser combinados con vestidos de épocas diferentes, con el objetivo de crear un estilo rebelde e inconformista.
El desfile de la firma no tiene términos medios: las faldas son cortísimas o larguísimas, los zapatos son altísimos o planos, las refinadas chaquetas de raso, cortas y adherentes, están combinadas con largas y anchas faldas de estilo hippie, y el gabán elegante a lo Jacqueline Kennedy se luce con vaqueros estrechos.
Los bañadores enteros, amarillos y con flores lilas, se convierten en suéteres que se llevan bajo las chaquetas y las mallas son de tul negro decorado con lentejuelas.
Mientras, por la noche triunfan los refinados vestidos de dos colores, con faldas con vuelo y plisadas, combinados con largos collares de perlas, o los corsés con botones de pequeñas perlas coloradas, que recuerdan los años 60.
Las mujeres de la casa de moda italiana Frankie Morello, cuyos estilistas son Maurizio Modica y Pierfrancesco Gigliotti, son determinadas y resueltas y les gusta combinar adherentes y escotados vestidos de piel negra con clásicas chaquetas blancas.
La transgresión de esta colección está simbolizada por el sujetador de piel oscuro lucido sobre el traje de vaqueros.
Tampoco faltan vestidos y chaquetas cuadriculados, corsés que exaltan las formas del pecho, chaquetas de plástico transparente sobre los bañadores y cinturones que tienen la forma de esposas y ciñen no sólo la cintura sino también el pecho, el cuello y las piernas, con colores dominantes que son el azul y el marrón.
La vestida por la estilista italiana Mariella Burani es una mujer madura de estilo clásico, sencillo y refinado al mismo tiempo.
Triunfan los cándidos trajes blancos, o blancos y negros, y los vestidos de raso gris bajo la rodilla, con dibujos de círculos o decoraciones florales, que recuerdan las fantasías de moda en los años 60.
Para las más jóvenes, ligeros vestidos blancos con diseños de flores rojas, ceñidos en la cintura por grandes cinturones de colores fluorescentes, como el rojo escarlata o el azul eléctrico.
La estilista italiana Laura Biagiotti apuesta por suaves y transparentes kaftanes y por brillantes vestidos decorados con lentejuelas, dedicados a las mujeres maduras y de gusto clásico.
Los trajes de camisetas y pantalones son anchos y los zapatos de plataforma alta llevan una decoración con forma de mariposa.
También aquí los colores dominantes son el azul y el marrón y los románticos colores pasteles substituyen los fluorescentes.
La estilista Manuela Arcari, de la casa de moda italiana Ter et Bantine, salta a la pasarela con una colección basada en la sencillez y el rigor tradicional, para una mujer de gusto clásico.
Triunfan los colores oscuros, como el gris, el marrón, el verde y el negro, y los tejidos brillantes, como la seda y el raso, que están combinados con tejidos opacos, como el lino.
-EFE
La empresa Dsquared2, cuyos estilistas son los gemelos canadienses Dean y Dan Caten, lanza la moda "glamping", estilo original que se caracteriza por una mezcla de glamour y camping.
Las jóvenes modelos lucen vestidos en policloruro de vinilo (PVC), material que permite crear tejidos plastificados, brillantes e impermeables, ideales para quien tiene que acampar y no quiere mancharse.
La particularidad es que los modistos usan el PVC también para confeccionar largos y escotados vestidos de noche, con amplias faldas con vuelo, negros o de colores fluorescentes, como el naranja, el amarillo y el fucsia, con un efecto de hermosas "bomberas" que salen por la noche.
Estos vestidos están combinados con altos sombreros y grandes gafas graduadas, que parecen antifaces para soldadores.
Los trajes, dominados por holgados vaqueros o tejidos militares y los vestidos hechos con el material cuadriculado de las tiendas de campamento o con el de la hule antilluvia, no son el máximo de la elegancia, pero ganan el premio de la originalidad.
El estilista italiano Rocco Barocco presentó una colección dedicada a todas las jóvenes hijas que saquean el ropero de sus madres, para encontrar prendas de vestuario que puedan ser combinados con vestidos de épocas diferentes, con el objetivo de crear un estilo rebelde e inconformista.
El desfile de la firma no tiene términos medios: las faldas son cortísimas o larguísimas, los zapatos son altísimos o planos, las refinadas chaquetas de raso, cortas y adherentes, están combinadas con largas y anchas faldas de estilo hippie, y el gabán elegante a lo Jacqueline Kennedy se luce con vaqueros estrechos.
Los bañadores enteros, amarillos y con flores lilas, se convierten en suéteres que se llevan bajo las chaquetas y las mallas son de tul negro decorado con lentejuelas.
Mientras, por la noche triunfan los refinados vestidos de dos colores, con faldas con vuelo y plisadas, combinados con largos collares de perlas, o los corsés con botones de pequeñas perlas coloradas, que recuerdan los años 60.
Las mujeres de la casa de moda italiana Frankie Morello, cuyos estilistas son Maurizio Modica y Pierfrancesco Gigliotti, son determinadas y resueltas y les gusta combinar adherentes y escotados vestidos de piel negra con clásicas chaquetas blancas.
La transgresión de esta colección está simbolizada por el sujetador de piel oscuro lucido sobre el traje de vaqueros.
Tampoco faltan vestidos y chaquetas cuadriculados, corsés que exaltan las formas del pecho, chaquetas de plástico transparente sobre los bañadores y cinturones que tienen la forma de esposas y ciñen no sólo la cintura sino también el pecho, el cuello y las piernas, con colores dominantes que son el azul y el marrón.
La vestida por la estilista italiana Mariella Burani es una mujer madura de estilo clásico, sencillo y refinado al mismo tiempo.
Triunfan los cándidos trajes blancos, o blancos y negros, y los vestidos de raso gris bajo la rodilla, con dibujos de círculos o decoraciones florales, que recuerdan las fantasías de moda en los años 60.
Para las más jóvenes, ligeros vestidos blancos con diseños de flores rojas, ceñidos en la cintura por grandes cinturones de colores fluorescentes, como el rojo escarlata o el azul eléctrico.
La estilista italiana Laura Biagiotti apuesta por suaves y transparentes kaftanes y por brillantes vestidos decorados con lentejuelas, dedicados a las mujeres maduras y de gusto clásico.
Los trajes de camisetas y pantalones son anchos y los zapatos de plataforma alta llevan una decoración con forma de mariposa.
También aquí los colores dominantes son el azul y el marrón y los románticos colores pasteles substituyen los fluorescentes.
La estilista Manuela Arcari, de la casa de moda italiana Ter et Bantine, salta a la pasarela con una colección basada en la sencillez y el rigor tradicional, para una mujer de gusto clásico.
Triunfan los colores oscuros, como el gris, el marrón, el verde y el negro, y los tejidos brillantes, como la seda y el raso, que están combinados con tejidos opacos, como el lino.
-EFE
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