Para el Padre Clemente, los religiosos ´no os hemos dado espacio´ a los seglares. Sin embargo, esta situación se está revirtiendo y los laicos empiezan a participar en la Iglesia y en el mundo.
P. Clemente: Queridos amigos de cada domingo, ¿cómo andáis de trabajo? ¿No hay chamba por ahí? ¿Sois de los que os pasáis el día en la plaza sin hacer nada? Pues, miren, el Evangelio de hoy los invita a todos a trabajar. En la viña del Señor hay trabajo abundante para todos. Y todos estamos invitados. Ya no somos nosotros los que pedimos trabajo sino que el Señor nos lo está ofreciendo.
Yo quisiera aprovechar este Evangelio para hacer una serie de consideraciones, sobre todo, en torno a vosotros los seglares.
Es cierto, que hemos vivido una Iglesia demasiado clerical, en la que diera la impresión de que sólo nosotros los sacerdotes teníamos cabida y trabajo. Lo sé y no hace falta que me lo digáis. Lo hemos acaparado todo y no os hemos dado espacio. Por eso hay tanto seglar sentado en la plaza de la vida sin hacer nada.
Soy consciente de que la culpa no es de ustedes sino de nosotros que hemos tenido poca fe en vosotros. Vosotros erais convidados de piedra. Durante mucho tiempo habéis sido cristianos con oídos pero sin lengua. La lengua la teníamos solo los curas. A ustedes les tocaba escuchar. Por eso se han perdido tantas energías en la Iglesia y por eso mismo la Iglesia ha tenido mucho más el rostro del sacerdote o el religioso que el rostro de vosotros los seglares.
Felizmente creo que la situación se está revirtiendo. Ahora la Iglesia os llama, os invita, quiere contar con vosotros y vuestra presencia cristiana en el mundo.
Ya entiendo que el tránsito no es fácil. Tanto tiempo mudos, ahora también a vosotros os cuesta hablar. No olvidéis lo que de vosotros dijo Puebla: “hombres de Iglesia en el corazón del mundo y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia”. Frase que los Obispos en Aparecida volvieron a recordar. También vosotros estáis invitados, aunque ya sea el mediodía o la media tarde.
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