Mañana se rendirá un sentido homenaje a quienes perdieron la vida en los atentados del 11 de setiembre del año 2001, incluidos ciudadanos de más de 90 países.
Ocho años después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, supervivientes, familiares de las víctimas y educadores abordan ya la necesidad de mantener vivo el recuerdo de aquellos sucesos entre los más jóvenes.
"En un mundo más complejo después del 11-S, queremos ayudar a los estudiantes a entender lo que ocurrió y sus consecuencias", explicó a Efe el consejero delegado de Social Studies School Services, David Weiner, en la víspera del octavo aniversario de los atentados.
Esa compañía ha colaborado en la creación de un programa para facilitar a los maestros la explicación del 11-S, con materiales diseñados para trabajar con alumnos de enseñanza media o secundaria que por su edad pueden tener un recuerdo muy débil o nulo de aquellos sucesos, así como con los que se incorporen a las aulas más adelante.
Los creadores han dedicado este programa educativo a las casi 3.000 víctimas del 11-S, incluidos ocho niños de entre dos y once años, cinco de los cuales viajaban en el vuelo 77 de American Airlines que se estrelló contra el Pentágono y tres que iban en el vuelo 175 de United Airlines que impactó contra una de las Torres Gemelas.
También quieren honrar a Beverly Eckert, que perdió a su esposo Sean en los atentados contra el World Trade Center y fue una ardiente activista en favor de las familias de las víctimas, hasta que perdió la vida el pasado 12 de febrero en un accidente aéreo cerca de la localidad de Buffalo, al norte de Nueva York.
En Estados Unidos se rendirá mañana de nuevo un sentido homenaje a quienes perdieron la vida en los atentados, incluidos ciudadanos de más de 90 países.
En el caso de Nueva York, está prevista una ceremonia en el parque Zuccotti, próximo a la "zona cero", durante la que se leerán los nombres de 2.752 personas que fallecieron en los ataques al World Trade Center y, al igual que en años anteriores, se guardará silencio en cuatro ocasiones, coincidiendo con los momentos en que se estrellaron dos aviones secuestrados por terroristas contra las Torres Gemelas y su posterior derrumbe.
"Consideramos que a partir de la historia del 11-S, del coraje, compasión y respuesta cívica sin precedentes, iremos más allá del aula y serán lecciones que los jóvenes de nuestro país pueden aplicar hacia unas vidas más productivas y positivas", señalan la presidenta de la organización Sep.11 Education Trust, Patricia Reilly, y su director, Anthony Gardner, en una carta a educadores.
Esa entidad sin ánimo de lucro, que agrupa a familiares de víctimas, supervivientes, personal que participó en las labores de rescate y maestros, ha desarrollado el proyecto educativo sobre el 11-S, con la colaboración de educadores del Instituto Taft de Queens College y de la empresa Social Studies School Services, que desarrolla y provee materiales educativos.
El pasado año se realizó una experiencia piloto en una escuela de secundaria en el condado de Bergen (Nueva Jersey) y este año está previsto que el programa, denominado "The Sep. 11th Education Program: A National Interdisciplinary Curriculum", se utilice en escuelas de Nueva York y de otra media docena de estados en EEUU.
Además del programa propiamente escolar, se ha preparado una web en la que estudiantes y profesores pueden compartir materiales e ideas en torno a aquellos atentados, por lo que se trata de un proceso dinámico de aprendizaje.
Weiner explicó a Efe que más de 70 personas, desde familiares de víctimas a supervivientes de aquella tragedia, han aportado sus testimonios por lo que, aseguró, este proyecto educativo es algo "muy especial".
Agregó que los educadores que han trabajado en él han querido también mostrar perspectivas diversas sobre aquellos sucesos y no se han dejado de lado aspectos que pueden suscitar polémica entre los estudiantes.
Respecto a la posibilidad de que haya aumentado el distanciamiento, a nivel escolar, de los sucesos del 11-S a medida que pasan los años, Weiner explicó que lo que ha ocurrido es que hasta ahora no había un programa educativo enfocado directamente en aquellos sucesos.
"Los profesores han estado trabajando y entendían la importancia de enseñar sobre ese día, pero no disponían de una herramienta" como este proyecto que, según Weiner, es el primero de este tipo que se elabora.
EFE
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