Los manifestantes exigen terminar con los altos precios que deben pagar por sus estudios.
Los estudiantes chilenos volvieron a demostrar este jueves su fuerza con la manifestación más multitudinaria del año en Santiago, convocada para arremeter contra los ingentes beneficios que obtienen muchas instituciones, pese a que el lucro educativo está legalmente prohibido.
Los líderes estudiantiles cifraron en 150.000 los asistentes a la marcha, que se convirtió en una prueba de que el movimiento que eclosionó en 2011, cuando salieron a las calles más de 40 veces, no ha perdido poder de convocatoria.
Por su parte la policía aseguró que los asistentes fueron 40.000.
Carabineros señaló que 250 personas fueron detenidas en Santiago, y al menos 80 jóvenes en provincias y 20 policías resultaron heridos, varios de ellos con fractura nasal.
"Tuvimos una jornada preocupante. Sufrimos un ataque a un microbús nuestro, fuimos testigos de un ataque a un camión de guardias de prisiones, a un microbús de la locomoción colectiva y varios saqueos", detalló a periodistas el general de Carabineros Luis Valdés.
En tanto, la intendenta de la región metropolitana de Santiago Cecilia Pérez, llamó a los líderes del movimiento estudiantil a hacerse responsables tras los daños a la propiedad pública y privada registrados durante la marcha.
"Esta brutalidad protagonizada por un grupo de delincuentes debe ser rechazada por todos los actores sociales sin titubeos y con la mayor claridad, pero aún con más fuerza por aquellos que hoy día convocaron a esta manifestación", enfatizó.
Jornada de paro nacional
Estas protestas se enmarcan en una jornada de paro nacional acompañada por otras marchas que, según medios locales, reunieron a entre 1.000 y 5.000 personas en ciudades como Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Concepción, Valparaíso, Temuco y Valdivia.
Los estudiantes siguen exigiendo erradicar el modelo impuesto en 1981 y terminar con los altos precios que deben pagar por sus estudios, pese a que el Gobierno de Sebastián Piñera ha emprendido algunas medidas para mejorar la supervisión y facilitar el pago a los alumnos.
Esta vez, los jóvenes apuntaron sus dardos contra el lucro en la educación, en el que muchos centros incurren a través de subterfugios legales.
Uno de ellos consiste en que las sociedades que controlan estas universidades constituyen de forma paralela empresas inmobiliarias que arriendan locales a la misma universidad y obtienen así beneficios.
La semana pasada, una comisión investigadora de la Cámara de Diputados presentó un informe en el que acusa a siete centros privados de incumplir el requisito legal de ser corporaciones educativas sin fines de lucro.
El fiscal nacional, Sabas Chahuán, anunció hoy que dos fiscalías de la capital se encargarán de indagar esas denuncias.
"Tenemos un Gobierno que no quiere escuchar, no solamente a los movimientos sociales, sino incluso a una comisión del Parlamento que ha planteado que claramente existe el lucro en nuestras instituciones", declaró el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Noam Titelman.
"Estamos aquí para decir basta al robo, a los empresarios ladrones y poner fin de manera definitiva al lucro", señaló por su parte su homólogo de la Universidad de Chile, Gabriel Boric.
Según el líder estudiantil, el ministro de Educación, Harald Beyer, el tercero que ocupa esa cartera desde 2010, "insiste en que la discusión tiene que estar en el Congreso, pero cuando el Congreso se pronuncia, desestima su opinión".
En Santiago, la manifestación partió desde Plaza Italia, epicentro de la capital, y transcurrió por más de dos kilómetros por la Alameda, su principal eje, hasta que viró hacia el sur para finalizar con un acto cultural en Blanco Encalada.
Con cánticos como "que lo vengan a ver, esto no es un Gobierno son puras leyes de (Augusto) Pinochet" y una pancarta principal que rezaba "Mismo modelo, mismo negocio, reforma educacional ahora", los jóvenes desafiaron al frío y a la lluvia en una marcha que transcurrió en general de forma pacífica.
Sin embargo, durante el recorrido se produjeron varios altercados, con los ataques a un autobús de transporte público y a otro policial, intentos de saqueo a dos locales comerciales, rotura de mobiliario público y choques con la policía.
Incidentes en protesta
Los incidentes se agravaron al término de la marcha, cuando grupos de encapuchados lanzaron piedras al contingente policial.
La de hoy fue la tercera protesta convocada este año por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a los universitarios, tras las celebradas los días el 25 de abril y el 16 de mayo.
A esta convocatoria se sumaron también las dos principales organizaciones de secundarios, que en estos meses han protagonizado otras marchas, aunque con una adhesión mucho menor.
La Confech ha optado este año por reducir el número de movilizaciones y ampliar su base social. Para ello ha integrado a federaciones de estudiantes de siete universidades privadas, entre ellas, la Diego Portales.
Su vicepresidente, Felipe Mery, ilustró a Efe la carestía del sistema. "Soy estudiante de ciencias políticas, pago 3,2 millones al año (6.400 dólares), se me están dando facilidades del crédito, pero aún así tengo que pagar un 2 % de intereses y estoy endeudado", explicó.
Tras esta manifestación, los estudiantes entregaron en La Moneda y en el Congreso sendas cartas con sus principales demandas.
EFE
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