Hay parejas que después de haber roto la relación amorosa deciden seguir viéndose e incluso mantener relaciones sexuales esporádicas.
Hay parejas que después de haber roto la relación amorosa deciden seguir viéndose e incluso mantener relaciones sexuales esporádicas. ¿Qué complicaciones puede traer a la sexualidad esta conducta? Hoy, en Era Tabú, el Dr. Fernando Maestre hablará sobre las ex parejas con derecho a todo.
La intimidad es una conexión difícil de quebrar para algunas parejas. Por esta razón, suele ocurrir que durante los meses posteriores a la ruptura se siga manteniendo comunicación e incluso intimidad con la expareja. Según especialistas de APROPO, algunas personas refieren haber mantenido relaciones sexuales con sus exparejas hasta después de tres años de estar separados.
Alguna de las cosas que puede llevar a una persona a mantener relaciones sexuales con su expareja es la necesidad de tener algo familiar. Suele ocurrir que después de una relación larga, volver a estar soltero se torna muy difícil y la persona prefiere recurrir a un compañero sentimental conocido.
Recurrir a la expareja para tener relaciones sexuales porque conoce nuestras preferencias sexuales, puede darse por la comodidad que se comparte en la intimidad o por la inseguridad de conseguir alguien nuevo con quien formar una relación.
Hay que recordar que si la relación terminó fue por una razón que ambos consideraron válida. Sin embargo, no siempre ambas personas estaban de acuerdo con la separación por lo que se corre el riesgo de confundir una noche de pasión con la expareja con un intento de reavivar la relación.
Una pequeña aventura con alguna expareja puede ser una gran experiencia, pero solo cuando los dos sean emocionalmente estables y sepan bien que un encuentro casual no deriva en replantear una vieja relación que debería estar superada y olvidada.
El sexo con una expareja puede ser excitante, pero no es bueno tomar ese camino como una salida para evitar conocer a otras personas. Al mantener una relación con la expareja solo conseguimos no avanzar.
No hay que olvidar que esa intimidad tan buena que hay con la expareja, se conseguirá pronto con una nueva pareja. La complicidad se construye con la confianza y el amor que hay entre dos personas.
El peligro está cuando uno no se da el tiempo de conocer nuevas personas ni le arriesgarse por una nueva relación.
INVITADA: DRA. GRACIELA CARDÓ - PSICOANALISTA
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