Los vecinos de la localidad aragonesa de Borja han manifestado su ´más absoluto apoyo´ a la autora de la ´restauración´, Cecilia Giménez, una anciana de 81 años.
Miles de ciudadanos han participado en la romería al santuario español de Nuestra Señora de la Misericordia en Borja y decenas de ellos han tenido que guardar cola en su iglesia para fotografiarse con la pintura del Ecce Homo "restaurado", que ha dado ya la vuelta al mundo
En el santuario se ha podido sentir una expectación indudablemente mayor a la de otros años, por la presencia de numerosos medios de comunicación, algunos extranjeros, pero también de muchos curiosos que han querido inmortalizar su imagen junto a la que ya se conoce como "la peor restauración de la historia".
Los vecinos de la localidad aragonesa de Borja han manifestado su "más absoluto apoyo" a la autora de la "restauración", Cecilia Giménez, una anciana de 81 años que todos tienen como "una muy buena persona" que hizo la intervención en la pintura de "muy buena fe" y "con la mejor intención del mundo".
De hecho, algunas mujeres ya han dejado claro que a ellas lo que menos les importa es lo que se vaya a hacer con el Ecce Homo pintado en uno de los muros de la iglesia a principios del siglo XXI por el artista Elías García Martínez, porque lo importante es el estado de Cecilia, una mujer con una vida difícil y que estos últimos días se ha visto desbordada por la repercusión que ha tenido su involuntario error, que ha dado pie a todo tipo de chanzas.
Tanta ha sido la expectación provocada, que el Ayuntamiento de Borja ha contratado para la jornada de hoy a un guardia de seguridad y ha colocado un cordón a un metro y medio de la pintura, para salvaguardar su estado y evitar que los curiosos se acerquen demasiado, como si se tratase de la mismísima "Gioconda" o de "La Maja Desnuda".
El alcalde de Borja, Francisco Miguel Arilla, ha explicado a los medios que desde el jueves se está acercando mucha gente al santuario, gente procedente incluso de otros países que vienen hasta aquí para ver lo que una anciana ha hecho "con todo el cariño del mundo" en "una obra pequeña y sin valor, que no está ni catalogada". "No llegamos a entender lo que ha podido pasar", ha reconocido Arilla.
"Se trata de un accidente que ha ocurrido en una obra" de la iglesia, ha insistido el alcalde, al tiempo que ha querido manifestar que en el ayuntamiento son "muy escrupulosos" con el patrimonio con el que cuentan e incluso tienen un equipo de restauradores que les asesora.
EFE
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