Cabe recordar que fue también en cuestión de minutos que el lugar orientado a la diversión de los asistentes se consumió por las llamas.
Miembros de seguridad bloquearon la salida de la discoteca Kiss durante varios minutos, cuando se inició el incendio del local, en donde murieron al menos 232 personas, siendo considerado uno de los peores de la historia brasilera.
Según los testigos, los guardias interceptaron la salida porque creyeron que se trataba de una riña. Intentaron evitar que el público aprovechara el tumulto para salir sin pagar po lo consumido.
En la discoteca Kiss los clientes estaban al tope de aforo, llegando a ser un número entre 1000 y 2000 personas asistentes, según Rodrigo Mouro, uno de los guardias de seguridad.
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