La crisis económica planeó sobre los desfiles de moda masculina para el próximo invierno, que terminaron el domingo en París.
La crisis económica planeó sobre los desfiles de moda masculina para el próximo invierno, que terminaron el domingo en París tras cuatro días de presentación de colecciones, cuya creatividad apareció frenada por la necesidad de seducir a los clientes en tiempos difíciles.
El director artístico de prêt-à-porter Albert Elbanz, señaló que se encontraban en momentos difíciles. "Compartimos esa duda y tratamos de encontrar respuestas, pero no tenemos fórmulas".
De otro lado el diseñador Lucas Ossendrijver también considera que hay que "ser optimista" y "tratar de hacer que la vida sea más agradable".
El diseñador propuso pantalones estrechos, largos abrigos y boinas en tonos oscuros, pero con muy poco negro, para una moda "lanuda, suave y liviana", según sus palabras.
Para la casa Dior, Kris Van Assche propuso un vestuario discreto en blanco y negro: camisas de amplio cuello, pantalones holgados, chaquetas que se cierran de manera sesgada y, como en muchas otras colecciones, largas camisetas a modo de camisas, que sobrepasan las chaquetas y chaquetones.
Sea o no efecto de la crisis, el negro predominó en muchas colecciones: severo en la de Riccardo Tisci para Givenchy, casi monástico en la Bruno Pieters para Hugo Boss.
En otras colecciones, los tonos neutros contrastaban con prendas de colores vivos, amarillos, verdes o rojos. Tal fue el caso de Hermès o Petar Petrov.
El lujo de las prendas se hizo más discreto en la colección de Louis Vuitton, que puso en primer plano las carteras y bolsos. Cada modelo llevaba por lo menos uno, a veces dos.
Referencia a la crisis o simple deseo de abrigarse mucho para afrontar el frío muchos creadores multiplicaron las superposiciones de prendas.
Comparte esta noticia