Fin de semana peculiar en el fútbol mundial, que se caracterizó por notas curiosas. Desde la clásica entrada de un canino al rectángulo de juego hasta la mordida de Luis Suárez a Ivanovic, y el inédito beso que recibió el atacante sueco del PSG por parte de su colega del Nice en pleno juego.
La nota curiosa la protagonizaron el centro delantero sueco del PSG, Zlatan Ibrahimovic, y el defensa central argentino del Niza, Renato Civelli. El hecho sucedió en el arco norte, al costado del área grande que da para oriente del estadio “El Parque de los Príncipes” donde funge de local el cuadro parisino.
Se jugaba el último minuto del primer tiempo. Ambos jugadores disputan el esférico con fuerza, el árbitro cobra falta del Zlatan, pero los dos siguen la riña. Empujones, boquillazos, y en el toma y da, Civelli sorprende a Ibrahimovic y lo besa en el cuello, lo que enfurece al sorprendido delantero.
La cosa no pasó a mayores, son separados y amonestados con tarjeta amarilla. Pero, por qué se enojó el defensa catalán, perdón, el goleador escandinavo: porque no juega en esas ligas o porque no era su tipo. Colorín colorado, la anécdota se ha acabado.
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