El 60 % de las víctimas de trata de personas son mujeres menores de 17 años, siendo el mayor porcentaje entre 13 y 17 años de edad (53%), reveló el Ministerio Público.
De las 326 denuncias por el delito de trata de personas, reportadas de enero a setiembre del presente año en todo el Perú, Loreto ocupa el segundo lugar de la lista de regiones con 55 casos, luego de Lima que registró 81 casos, reveló el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público.
Juan Huambachano, gerente de dicho observatorio, detalló que las otras regiones que siguen por número de denuncias son Madre de Dios (23), Piura (21), Cusco (18), Callao (14), Arequipa (14), Tumbes (13), Junín (11), Ayacucho (9), Huánuco (8), Ica (8), La Libertad (7) y Cajamarca (7).
Le siguen en la lista las regiones Lambayeque (6), Amazonas (6), Puno (4), Moquegua (4), Pasco (4), San Martín (3), Ucayali (3), Tacna (2), Apurímac (2), Áncash (2) y Huancavelica (1).
Huambachano sostuvo que todo indica que al cerrar el 2014 el número de denuncias contra el delito de trata de personas será menor al registrado el año pasado, cuando las denuncias llegaron a 458.
Detalló que el 60 por ciento de las víctimas de trata de personas son mujeres menores de 17 años, siendo el mayor porcentaje entre 13 y 17 años de edad (53%).
"Le siguen a nivel de edades, de 18 a 24 años (17.8%); de 25 a 34 años (5.8%); de 35 a 44 años (1.4%); de 45 a 54 (0.7%) y de 55 a 64 (0.1%). Dentro del grupo, las más jóvenes son las principales víctimas de trata en el Perú", precisó.
¿CÓMO CAPTAN A LAS VÍCTIMAS?
En ciertas zonas del Perú son los propios padres quienes entregan a sus hijas para que puedan ser explotadas a cambio de un bien o un dinero.
"La evidencia que manejamos ahora es que son esas adolescentes las que representan un mayor porcentaje y las que están menos informadas", manifestó el representante del Ministerio Público.
Explicó que la primera modalidad de captación de estas jóvenes y adolescentes es a través de avisos ofreciendo puestos de trabajo bien remunerados, seguido por el tema de las redes sociales y, finalmente, por necesidades económicas.
"El elemento fuerte, donde se tendría que centralizar, es en las estrategias de ofrecimiento de un puesto de trabajo o una oferta laboral muy atractiva económicamente, utilizando diversos medios. Pero detrás de eso hay muchas formas de engañar a una posible víctima", argumentó.
Huambachano subrayó que el Ministerio Público está trabajando con la Policía Nacional en programas de prevención y denunciando a algunas empresas de transportes interprovinciales que, incluso, se prestan para trasladar a estas menores engañadas.
Andina
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