El Sumo Pontífice visitó las reliquias de los beatos que desde hace 300 años, los peruanos rinden fervor.
El papa Francisco rindió homenaje a cinco santos peruanos en la Catedral de Lima. Durante la oración, el Sumo Pontífice agradeció el trabajo que los beatos han realizado en vida. “Te agradecemos de manera especial la santidad florecida en nuestra tierra. Fecundada por el trabajo apostólico de Toribio de Mogrovejo, engrandecida por la oración de Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, adornada por el misionero Francisco Solano y el servicio de San Juan Macías”.
Santa Rosa de Lima.
Isabel Flores de Oliva se convirtió en Santa Rosa de Lima el 12 de abril de 1671, más de 50 años después de su muerte a los 31 años de edad, y desde entonces cada 30 de agosto los fieles acuden a su santuario en el centro histórico para pedir que les cumpla un deseo. Fue una laica consagrada a Dios y al prójimo, dado que vivió dedicada a servir a los necesitados y ofreció sus propios sacrificios personales en una pequeña celda construida en su hogar.
Santo Toribio de Mogrovejo
Nació en 1538 en España, donde estudió leyes antes de ser ordenado diácono, sacerdote y consagrado obispo en una misma ceremonia en la catedral de Sevilla para ser enviado a Lima como arzobispo por el rey Felipe II. Una vez en Perú, Santo Toribio estuvo a cargo de organizar la Iglesia católica. Entre las reformas que planteó, fue que produjo los catecismos en los idiomas nativos de quechua y aimara en 1582.
San Martín de Porres
Nacido en 1579, demostró que la santidad es lo más importante en la sociedad y que puede ser para todos, pues él era un mulato despreciado, como todos los de su clase social. Su nombre de era Martín de Porras, por ser hijo del español Juan de Porras y de una mujer mulata panameña. El papa Juan XXIII lo canonizó como San Martín de Porres en 1962. El papa Francisco tiene una especial devoción por "el santo de la escoba" y tiene una imagen del santo mulato.
San Juan Macías
Fue un fraile dominico, amigo personal de San Martín. Nació en Extremadura, España, en 1585, que llegó a Lima para cuidar ganado a la ribera del río Rímac. Macías era un santo que ayudaba mucho a los pobres. Marcó su vida en la profunda oración, la penitencia y la caridad, pero debido a ello sufrió una grave enfermedad. Sin embargo, nunca descuidó a los más necesitados a quienes desde el portón del monasterio ayudaba.
San Francisco Solano
El misionero se dedicó a predicar en el centro de Lima con una calavera en la mano y una cruz para que la gente se enmendase del pecado. Francisco Solano nació en España en 1549 y murió en 1610 en Lima, después de dedicarse a evangelizar por toda Suramérica como fraile franciscano, en absoluta sencillez.
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