La Campaña Emblema de Prensa señaló que, tras el conflicto en Irak, la guerra de Siria se ha convertido en el episodio más sangriento para los periodistas.
Un total de 141 periodistas de 29 países perdieron la vida mientras ejercían su profesión en 2012, lo que representó un incremento del 31 % con respecto al año anterior, según denunció hoy la Campaña Emblema de Prensa (PEC).
La PEC señaló que, tras el conflicto en Irak, la guerra de Siria se ha convertido en el episodio más sangriento para los periodistas desde el comienzo de este siglo, con un total de 37 muertos, de los cuales 13 trabajaban para medios extranjeros.
Además, cuatro periodistas están detenidos o desaparecidos en Siria, el ucraniano Anhar Kochneva, el palestino-jordano Bachar Fahmi, y los estadounidenses Austin Tice y James Foley.
Somalia sigue a Siria entre los países más mortíferos para los reporteros, donde 19 periodistas perdieron la vida, y Pakistán ocupa el tercer lugar, con 12 periodistas muertos.
Por otro lado, tres países latinoamericanos continúan este año en la lista de los países más peligrosos.
En México, situado en la cuarta posición mundial, 11 periodistas fueron asesinados, "debido a la violencia de los enfrentamientos entre el Ejército y los narcotraficantes"; en Brasil también se registraron 11 víctimas y en Honduras, al menos 6.
La lista sigue con Filipinas (7 muertes), Bangladesh (4), Eritrea (3), India (3), Irak (3), Nigeria (3), Gaza (3), Afganistán (2), Bolivia (2) o Colombia (2), entre otros.
Por regiones, Oriente Medio fue el lugar más peligroso para ejercer la profesión, con 45 periodistas asesinados; América Latina el segundo, con 35 víctimas; Asia, con 32; África, con 28, y, por último, Europa, donde fue registrada sólo una de las víctimas.
La investigación de la PEC expresa que a lo largo de los últimos cinco años, desde el 1 de enero de 2008 hasta la fecha, el número de periodistas asesinados llegó a 571.
En esos cinco años, los diez países donde más periodistas han muerto han sido Filipinas, México, Pakistán, Irak, Siria, Somalia, Honduras, Brasil, Rusia e India, que han acumulado dos tercios del total de las víctimas.
EFE
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