Los pediatras lo llaman ´succión no nutritiva´. Muchas madres creen que el niño tiene problemas emocionales o que se le va a deformar el paladar.
El acto reflejo de chuparse el dedo es ante todo una reacción biológica, a las 13 semanas de haber sido concebido, el feto ya puede chuparse el dedo, algo que registran muchos sonogramas.
Hasta el año, chuparse el dedo está dentro de los patrones normales de conducta.
Sin embargo, al año de vida, cuando desaparece la succión como reflejo, chuparse el dedo quiere decir otras cosas: inseguridad, reacción frente al miedo o inadaptación al medio ambiente.
“Luego del año, es bueno comenzar a identificar el momento en el que tu hijo se chupa el dedo: si lo hace cuando tiene hambre, miedo o cuando está aburrido. Si el niño se chupa el dedo a esta edad, es un hábito muy antihigiénico que le puede causar problemas mayores”, señala la pediatra Cecilia Ayllón.
¿Qué tipo de daños puede causar?
• Mordida abierta o anterior
• Desplazamiento de los dientes
• Falta de desarrollo adecuado del maxilar superior
• Dependencia del dedo y luego del uso del chupón
• Altera la salida de los dientes
¿Qué hacer si el niño se sigue chupando el dedo y tiene más de un año?
• Aplica la "terapia de la recompensa", ofrécele durante el día algo a cambio de que deje de chuparse el dedo
• Si se chupa el pulgar cuando está inactivo, puedes darle algún juguete, algo para que tenga sus manos ocupadas
• Si observas que su paladar se está afectando, es hora de que intervenga un especialista. Consulta con un odontólogo infantil
• Cualquiera sea el método que elijas siempre debes explicarle a tu hijo por qué no quieres que se succione su dedo.
“Enojarse o castigarlos hará que el pequeño se enoje y persista en su hábito. Los padres no deben ni dejar que los niños se chupen el dedo cuando tienen más de un año ni fomentar el uso del chupón, es por un tema de higiene y cuidado de su dentición”, recomendó la pediatra.
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