La movilización "8N" fue convocada a través de las redes sociales y se realizó en la capital Buenos Aires y regiones del interior del país.
Cientos de miles de argentinos salieron masivamente a la calle en distintos puntos del país para protestar contra las políticas del Gobierno de Cristina Fernández, una multitudinaria movilización convocada a través de las redes sociales.
"Está muy mal, está muy mal, mentirle al pueblo por cadena nacional", coreaba la multitud concentrada al pie del Obelisco porteño, epicentro de las marchas de protesta en Buenos Aires.
Hasta allí llegó una importante columna de manifestantes portando una bandera argentina de 200 metros de largo, saludados a su paso por bocinazos, golpes de cacerolas y hasta panderetas.
Aunque aún no se han divulgado cifras sobre el número de concurrentes, medios locales hablan de cientos de miles de personas.
Las movilizaciones se prolongaron durante más de dos horas, salvo en Buenos Aires donde al término de la concentración en el Obelisco una parte de los manifestantes optó por dirigirse a la emblemática Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno, que inicialmente no estaba incluida en la convocatoria.
Las manifestaciones transcurrieron de forma pacífica en todo el país salvo pequeños incidentes aislados.
Como ocurrió el pasado 13 de septiembre, los reclamos volvieron a ser múltiples y se reflejaron en pancartas exigiendo seguridad, respeto a la libertad de prensa, justicia independiente o denunciando la inflación, las restricciones cambiarias y una eventual reforma constitucional que habilite a Fernández a competir en 2015 por un tercer mandato presidencial.
La emblemática avenida 9 de Julio de Buenos Aires estaba sembrada con miles de papeletas bajo el lema "8N Yo me movilizo en defensa de nuestras libertades y derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional".
Cientos de vecinos saludaban el paso de la marcha desde sus balcones, batiendo cacerolas, aplaudiendo y jaleando con gritos de "Argentina, Argentina".
En Olivos, en el norte de la capital, miles de personas se sumaron a la protesta cacerola en mano en las puertas de la residencia presidencial donde, según medios locales, se encontraba la mandataria, que había recibido a varios de sus ministros durante la tarde.
Las masivas concentraciones se replicaron en distintos puntos de la capital y en localidades del populoso conurbano bonaerense, como Ramos Mejía (oeste), Lomas de Zamora (sur).
También fueron multitudinarias las manifestaciones en grandes ciudades del interior del país, como Córdoba, Salta, Rosario, Tucumán, Mendoza, Santa Fe, La Plata y Bariloche, entre otras.
Asimismo, hubo protestas de argentinos en el exterior, en ciudades como Miami, Nueva York, Sidney, Viena, Varsovia, Ginebra, Berlín, Roma, Milán, París, Barcelona, Madrid y Londres.
El "8N" se vivió en las redes sociales, donde surgió la convocatoria, que operaron como tribuna de discusión acalorada entre partidarios y detractores de la protesta.
Sectores del oficialismo han descalificado al "8N" como un intento de la oposición para desestabilizar al Gobierno.
La presidenta afirmó que Argentina vive una "democracia total" y volvió a instar a los dirigentes de oposición a revelar sus auténticas intenciones.
EFE
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