Una gigantesca ballena azul que se había quedado varada desde el viernes en la playa Popoyo en la costa Pacífico de Nicaragua, falleció la madrugada del sábado, pese a los esfuerzos de lugareños, turistas y autoridades por devolverla al mar.
Tras su muerte, autoridades y personas enterraron, la mañana del sábado, al cetáceo de aproximadamente 18 metros de largo en un hoyo que cavaron con maquinaria, y le hecharon sal para evitar los malos olores.
En la galería que acompaña la nota, revisa las imágenes del lamentable suceso.