El condominio "El Algarrobal II" de Chicureo en Chile, ha prohibido el paso a nanas y empleadas a pasar por sus veredas, bajo el pretexto de "evitar robos" en sus propiedades.
¿Medidas de protección o discriminación asolapada?. El diario La Nación de Chile, da cuenta del juicio que perdió el ciudadano Bruce Taylor, con sus vecinos del condominio "El Algarrobal II", sobre un recurso de protección, que prohíbe a empleados transitar a pie por sus exclusivas veredas.
Taylor, un naviero de 53 años, instaló fuera de su casa un cartel denunciando la discriminación de la que eran víctimas sus empleados en el condominio, cuyo protocolo de ingreso estipula que "ningún maestro o persona que labore en una obra podrá acceder a pie. El ingreso deberá hacerse en un vehículo propio, de la constructora o del residente".
El naviero presentó un recurso de protección en los tribunales a favor de sus empleados domésticos, que una Corte de Apelaciones rechazó, ante los argumentos del abogado del condominio, que dice "que el 90% de los delitos a la propiedad privada, esto es robo de especies al interior de inmuebles, tienen su origen en datos o antecedentes o información proporcionados a los delincuentes por personal que ha laborado o labora en el inmueble o derechamente cuentan con la complicidad del personal".
Los guardias de la portería del condominio obligaban a los empleados a trasladarse en un mini bus hasta la casa donde trabajaban. La casa de Bruce Taylor queda a 3 cuadras del ingreso, pero debían esperar el auto hasta una hora, cuando lo podían hacer caminando en 5 minutos. Cuando se negaban hacerlo, eran víctimas de maltrato
"A un compañero le pegaron como a un perro porque no quería subir al mini bus, y a otro lo pescaron y lo tiraron como a un bulto arriba del furgón. Yo llegué a llorar", recuerda una empleada del hogar.
Taylor cuenta que "se hizo la denuncia en Carabineros de Colina y ni siquiera lo llamaron, por el maltrato físico. Los tribunales tampoco se preocuparon de ese tema que iba incluido en el recurso de protección".
La empleada relata: "Me trataban de vieja de m..., que no podíamos ocupar las veredas por ser nanas. Me sentía como los negros cuando eran esclavos". Revela que sufrió depresión. "Mis hijos me decían, mamita, salte de ahí. ¿Cómo puedes aguantar que unos gallos te traten así?".
La impotencia de Taylor por haber perdido ante los tribunales, hizo que colgara un cartel que decía: "Condominio El Algarrobal, en forma caprichosa y abusiva vulnera el derecho de las personas y "La Constitución Política de Chile", al reservar el uso de veredas solo para un grupo de personas, discriminando y humillando a nuestros trabajadores en forma denigrante, abusiva, vejatoria e indigna, solo comparable con un régimen del APARTHEID (símbolo de una discriminación política, económica y racial)".
La respuesta de sus vecinos del condominio, no se hizo esperar y le advirtieron que iniciarían acciones legales en su contra. Cuatro meses después de instalado, lo retiró, pero logró mejoras en el trato para los empleados en los buses.
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