También el ministro de Cultura francés, Frédéric Mitterrand, lamentó ´esta nueva prueba a la que se ve sometido alguien que ya ha vivido muchas situaciones duras´.
Distintas autoridades de Polonia y Francia se han mostrado preocupados por la detención del cineasta Roman Polanski. Incluso el presidente de Francia Nicolas Sarkozy deseó una "rápida resolución de su situación", según la radio francesa.
Mientras que el ministro de Cultura francés, Frédéric Mitterrand, estaba "muy sorprendido" por "el proceder contra el director de fama internacional". Mitterrand recordó que Polanski es ciudadano francés.
Sostuvo que aunque no era su intención inmiscuirse en el proceso judicial, lamentaba "esta nueva prueba a la que se ve sometido alguien que ya ha vivido muchas situaciones duras".
Polanski fue detenido en Zúrich, a donde llegó para recibir un premio del Festival de Cine de esa ciudad, debido a un caso pendiente en Estados Unidos desde hace 30 años.
El caso se remonta a 1977, cuando los padres de una adolescente de 13 años interpusieron una querella contra Polanski, acusado de drogar y violar a la joven, que era modelo.
El cineasta se declaró culpable de "relaciones sexuales ilegales", por lo que fue enviado a prisión en "evaluación" durante tres meses, aunque sólo pasó 47 días.
A finales de 1978, al día siguiente de una reunión entre sus abogados y un juez que había dejado entender que quería volver enviarlo a la cárcel, Polanski, en libertad bajo fianza, tomó un avión hacia Europa y nunca más volvió a suelo estadounidense.
El Tribunal Superior de Los Ángeles desestimó el pasado mayo, de manera definitiva, la petición de los abogados de Polanski para sobreseer los cargos por abuso sexual.
Mientras que el ministro de Cultura francés, Frédéric Mitterrand, estaba "muy sorprendido" por "el proceder contra el director de fama internacional". Mitterrand recordó que Polanski es ciudadano francés.
Sostuvo que aunque no era su intención inmiscuirse en el proceso judicial, lamentaba "esta nueva prueba a la que se ve sometido alguien que ya ha vivido muchas situaciones duras".
Polanski fue detenido en Zúrich, a donde llegó para recibir un premio del Festival de Cine de esa ciudad, debido a un caso pendiente en Estados Unidos desde hace 30 años.
El caso se remonta a 1977, cuando los padres de una adolescente de 13 años interpusieron una querella contra Polanski, acusado de drogar y violar a la joven, que era modelo.
El cineasta se declaró culpable de "relaciones sexuales ilegales", por lo que fue enviado a prisión en "evaluación" durante tres meses, aunque sólo pasó 47 días.
A finales de 1978, al día siguiente de una reunión entre sus abogados y un juez que había dejado entender que quería volver enviarlo a la cárcel, Polanski, en libertad bajo fianza, tomó un avión hacia Europa y nunca más volvió a suelo estadounidense.
El Tribunal Superior de Los Ángeles desestimó el pasado mayo, de manera definitiva, la petición de los abogados de Polanski para sobreseer los cargos por abuso sexual.
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