Los equipos corresponden a una donación efectuada por el Gobierno de Estados Unidos e incluyen aparatos, vehículos y otros materiales por un valor de 500.000 dólares.
El Programa de Acción Integral contra Minas Antipersonal de la Organización de los Estados Americanos (Aicma-OEA) entregó hoy a Ecuador equipos para el retiro de explosivos colocados en la frontera con Perú durante el conflicto bélico que sostuvieron ambos países andinos en 1995.
Los equipos corresponden a una donación efectuada por el Gobierno de Estados Unidos e incluyen aparatos, vehículos y otros materiales por un valor de 500.000 dólares.
La entrega se efectuó en una ceremonia en la sede del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Ecuador, que está a cargo del desminado en la zona fronteriza.
Con esta entrega se completó el proceso de donación de equipos, medios y vehículos del programa de la OEA para la operación del Comando General de Desminado de Ecuador.
"Esta donación asegurará que los soldados realicen las operaciones de desminado de manera más efectiva, más rápida y, sobre todo, con la máxima seguridad", afirmó en la ceremonia el embajador de EE.UU. en Ecuador, Adam Namm.
Recalcó que permitirá acercarse "al objetivo principal, que es el de retirar por completo las minas terrestres en Ecuador".
Desde el año 2001 Estados Unidos ha destinado más de 12 millones de dólares para reducir el riesgo de las minas y dispositivos sin explotar en Ecuador, señala un comunicado de su Embajada en Quito.
El equipo comprende detectores de minas, dispositivos para su detonación, trajes especiales para los efectivos que ejecutan esa tarea, además de equipos médicos, de comunicación y vehículos (una motocicleta y dos camiones).
Ecuador prevé desactivar más de 16.000 minas antipersonales que se encuentran enterradas desde 1995 en la frontera con Perú.
Por una franja de unos 70 kilómetros no desmarcada en la frontera amazónica común, Ecuador y Perú se enzarzaron en una guerra no declarada entre enero y febrero de 1995, una disputa que se resolvió en octubre de 1998 con la firma de un acuerdo de paz.
Ambos ejércitos se comprometieron a compartir información para ubicar, desactivar y destruir las minas enterradas, aunque la tarea se tornó titánica, debido a que miles de ellas habían sido colocadas sin un procedimiento adecuado.
EFE
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