En el evangelio del domingo Juan Bautista presenta a Jesús como el hombre que quita el pecado del mundo, y también como una persona del Espíritu.
Evangelio de Jesucristo según San Juan, capítulo 1, versículos del 29 al 34:
Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: “He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es por
quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.
Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado Israel”. Y Juan dio testimonio
diciendo: “He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él.
Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: "Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se
queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo." Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de
Dios”.
Reflexión del Padre Clemente Sobrado:
Amigos, ya hemos dejado atrás los villancicos navideños, los Reyes han vuelto a sus casas, Jesús ya se ha bautizado, y ahora comenzamos estos domingos del tiempo ordinario antes de la Cuaresma. Y nos volvemos a encontrar con Juan el Bautista haciéndonos una presentación de la figura de Jesús. Y lo hace de una manera bonita.
Primero: nos presenta a Jesús “como el que quita los pecados del mundo”.
En segundo lugar nos presenta a Jesús como aquel sobre quien ha bajado el Espíritu.
Y en tercer lugar nos ofrece el testimonio personal de que Jesús es el elegido de Dios.
Tres imágenes que son como un marco en el que encuadrar la figura y la persona de Jesús. Pero con un detalle: Juan es de los que “ha visto” lo que otros no pudieron ver. Es que siempre tiene que haber alguien vea antes que los demás y pueda mostrar el camino a los demás. Para que otros puedan ver alguien tiene que haber visto antes.
No estoy seguro de que esta presentación de Juan pueda interesar a todos. Personalmente me gustaría saber, queridos amigos, ¿qué os dice a vosotros eso de que Jesús viene a “quitar el pecado del mundo”?
Yo estoy seguro de que muchos hubiesen preferido un Jesús que viniese a nosotros a regalarnos cosas, a darnos trabajo, a distribuir mejor la riqueza del mundo, y a evitar tantas divisiones que existen hoy entre los hombres. ¿Me equivoco? Y en el fondo, ¿no será esto lo que realmente nos está diciendo Juan?
Por otra parte, ¿qué nos dice a nosotros hoy, eso de que Jesús es el hombre del Espíritu? Y sin embargo es como la firma de Dios que da autenticidad a Jesús. Y es también el prototipo de lo que también nosotros estamos llamados a ser.
Con esta presentación de Juan bien merece la pena que también nosotros le saludemos dándole nuestros “Buenos días, Señor”. Bien venido seas a nosotros.
Comparte esta noticia