El joven colombiano Israel Hernández-Llach falleció de un paro cardíaco al recibir un disparo con esa arma por parte de agentes de Miami Beach.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de EE.UU. pidió una reforma de las políticas de uso de pistolas Taser por la Policía, tras conocerse que el joven colombiano Israel Hernández-Llach falleció de un paro cardíaco al recibir un disparo con esa arma a manos de agentes de Miami Beach.
Según el informe de los forenses divulgado este viernes, el joven "Reefa" Hernández, de 18 años, murió en agosto de 2013 "accidentalmente" de un "fallo repentino del corazón", como consecuencia de la "descarga del dispositivo de energía" de una pistola eléctrica Taser.
"Se ha demostrado que el Departamento de la Policía de Miami Beach utilizó una fuerza excesiva y desproporcionada que, finalmente, causó la muerte del joven", señaló en un comunicado Howard Simon, director de la ACLU en el estado de Florida.
Por ello, el activista pidió la urgente reforma de las "políticas sobre el uso de Taser por la Policía" del sur de Florida y la capacitación de los agentes para "reducir" así, drásticamente, las "muertes accidentales" debido a su empleo.
Al menos 540 personas han muerto desde 2001 por disparos de armas Taser en Estados Unidos, siendo Florida el segundo estado con mayor número de fallecimientos (65) por esa causa, según Amnistía Internacional (AI).
Un informe de AI de 2013 concluyó que el 90 % de las víctimas fatales estaba desarmada.
Simon exigió además una "investigación completa" del caso, seis meses después de que los forenses del condado de Miami-Dade trasladaran sus exámenes médicos y conclusiones a la fiscalía, indicó la fiscal estatal Katherine Fernández Rundle.
El director de la ACLU apuntó que la Policía de Miami Beach "cuenta con un historial preocupante de uso excesivo de la fuerza y falta de transparencia" en ese tipo de casos.
La muerte del joven de origen colombiano acaparó las portadas de los medios y generó numerosas protestas en Miami, en las que se acusó a la Policía de uso excesivo de la fuerza y negligencia en la investigación del caso, a la vez que reavivó el debate sobre el uso de pistolas Taser por los agentes.
La Fiscalía deberá ahora decidir, tras analizar los informes de los forenses, si la Policía de Miami Beach violó alguna ley.
El pasado 6 de agosto, un agente de la Policía sorprendió a Israel "Reefa" Hernández pintando un grafiti con un aerosol en una pared en la zona de North Beach.
El joven, al verse descubierto, echó a correr y se inició la persecución.
Según la Policía, tras una corta persecución, el joven acabó tendido en el suelo por un disparo con Taser.
El muchacho fue transportado al hospital Mont Sinai de Miami Beach, donde se certificó su deceso.
La Policía mantiene que el agente que le disparó actuó de acuerdo con el reglamento establecido relativo a personas que se resisten al arresto, pero los padres del joven alegan desde el primer momento que su hijo no era una persona peligrosa, no estaba armado y no suponía una amenaza cuando fue descubierto por los agentes.
EFE
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