Entidad bancaria que la alquila y dueño acordaron renovar uno de los inmuebles más enigmáticos de Lima.
La casa Matusita, ubicada en el cruce de las avenidas Wilson (Garcilaso de la Vega) y España en Cercado de Lima, pasa por una restauración que incluye la demolición de su famoso segundo piso. El inmueble ganó ese nombre debido al almacén de productos de ferretería que la alquiló hasta 2005. La empresa rentaba el primer piso, pero no el segundo. Esto avivó la imaginación de muchos.
Los mitos. En las leyendas alrededor de la casa Matusita se encuentra un supuesto asesinato en su interior cuando un hombre encontró a su mujer en la cama con otro. Entonces acabó con ambos y luego continuó con sus hijos antes de suicidarse. Otra historia dice que dos sirvientes le dieron alucinógenos a sus patrones como venganza y estos terminaron matándose entre sí. Ninguno de estos escandalosos crímenes están registrados en diarios o reportes de la época.
La verdad. Don Ladislao Terry, único dueño de la casa Matusita, ha querido limpiar el nombre de la propiedad que su abuelo compró a finales de los años 20 luego de que en 2014 se anunció una película sobre la vivienda con Malcolm Macdowell, el protagonista de la Naranja Mecánica. Así cuenta lo que para él fue el origen de las historias paranormales: "En un comienzo teníamos un guardián que era el jardinero de la casa de mi abuela. Los fines de semana se pegaba sus buenas borracheras. Entonces subía a medianoche y ya no había luz en la casa. Subía tropezándose a medianoche. Abría una puerta de rejas que estaba a mitad de la escalera que tenía una cadena y el hombre subía arrastrando la cadena hasta su dormitorio. Tenía un farol portátil porque habían desconectado la luz por seguridad y los muchachos en la calle decían que habían fantasmas".
Las obras. Según informa El Comercio, luego de que la Municipalidad de Lima declaró la propiedad como insegura, Ladislao Terry y el banco que la arrienda acordaron restaurar el primer nivel y demoler el segundo piso para reconstruirlo. Una nueva historia de la casa Matusita se escribe ahora, tal vez ya sin fantasmas en ella.
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