La judicialización del conflicto de Gibraltar entre el Reino Unido y España sería "un paso sin precedentes", admitió el portavoz del primer ministro británico.
El Gobierno británico anunció hoy que estudia emprender acciones legales "sin precedentes" contra España por la persistencia de los intensos controles en la frontera con Gibraltar.
Un portavoz de Downing Street (residencia y despacho oficial del primer ministro británico) indicó hoy que la medida legal contra España se presentaría en tribunales europeos, a causa de unos registros fronterizos que considera "totalmente desproporcionados" y causados por una "motivación política".
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, "se siente decepcionado de que España no haya retirado los controles fronterizos adicionales este fin de semana" en su frontera con el territorio británico de Gibraltar y "estamos considerando qué acciones legales son posibles", apuntó el portavoz de Downing Street.
Londres había dado casi por zanjada la crisis después de la conversación telefónica mantenida el pasado día 7 entre Cameron y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, a iniciativa británica y destinada a rebajar la tensión de las últimas semanas.
A su término, Downing Street aseguró que Rajoy se había comprometido a "reducir las medidas" en la frontera de Gibraltar, donde desde hace días se han formado largas filas por los intensos controles impuestos por España, si bien la versión del Gobierno español no aludió a ese punto en la llamada telefónica.
Este fin de semana los registros siguieron en vigor, lo que causó esperas a los vehículos de más de dos horas, mientras España mantiene que son "proporcionados" y "legales", pues Gibraltar no pertenece al espacio Schengen de la Europa sin fronteras internas, y que su finalidad es evitar el contrabando y el tráfico ilícito.
Con anterioridad, las autoridades gibraltareñas lanzaron al agua cerca del puerto 70 bloques de hormigón para supuestamente crear un arrecife artificial que regenere la pesca, pero los pescadores españoles denuncian que su objetivo es impedirles faenar.
La judicialización del conflicto de Gibraltar entre el Reino Unido y España sería "un paso sin precedentes, así que queremos estudiarlo con cuidado antes de tomar una decisión", admitió hoy el portavoz del primer ministro británico, sin precisar en qué foros se presentarían las medidas legales.
"Si elegimos esta ruta, con seguridad presionaremos a la Unión Europea para que se ocupe de este caso como asunto de urgencia", apuntó el portavoz.
Previamente el Gobierno de Gibraltar había advertido de que podría llevar su disputa fronteriza con España ante cortes europeas, como el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
La advertencia del Reino Unido se produce después de que medios españoles publicasen ayer que el Gobierno de Rajoy estudia llevar el conflicto de Gibraltar ante la ONU y sopesa hacer frente común con Argentina, que hace meses vivió una fuerte tensión con Londres por la soberanía de las islas Malvinas.
Ante las reclamaciones de España y Argentina sobre Gibraltar y las Malvinas, Londres insiste en el derecho de autodeterminación de los habitantes de esos territorios británicos, que con abrumadoras mayorías han expresado su deseo de seguir siendo ciudadanos del Reino Unido.
Hoy partieron desde el puerto de Portsmouth (sur de Inglaterra) tres buques militares británicos con destino al Mediterráneo y mañana lo hará la fragata "HMS Westminster", que visitará este mes Gibraltar acompañada por dos barcos auxiliares.
El Ministerio británico de Defensa ha insistido en que el despliegue estaba previsto y que se trata de unas maniobras militares "rutinarias", desvinculándolo del actual conflicto con España.
Otro tanto sucedió en abril de 2012 en el fragor de las tensiones con Argentina por el trigésimo aniversario del final de la guerra de las Malvinas, cuando Londres envió al Atlántico Sur al buque "HMS Dauntless", equipado con misiles antiaéreos.
El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, señala hoy en un artículo de prensa que "quizás es una casualidad" el despliegue cerca del territorio español de "una flota de barcos de guerra", con miles de militares a bordo, pero que desea lo contrario.
"Espero que no. Espero que, de una forma u otra, logremos que las manos españolas suelten la garganta de nuestra colonia porque lo que está ocurriendo ahora es infame", escribe Johnson en su columna semanal en el diario "The Daily Telegraph".
EFE
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