El Reino Unido ha alquilado a EEUU la isla de Diego García, en el océano Índico, donde Estados Unidos tiene una gran base en la que almacena ese tipo de municiones, entre otras armas.
El Gobierno de Londres ofreció a EEUU la posibilidad de seguir almacenando bombas racimo en su territorio gracias a una "excepción temporal" ocultada al Parlamento, según revela un cable diplomático estadounidense filtrado a Wikileaks del que informa hoy el diario "The Guardian".
El Reino Unido fue uno de los 90 países que firmaron en diciembre de 2008 la Convención sobre Bombas Racimo, que prohíbe su uso, pero también ayudar a otros países a almacenarlas o transferirlas.
Entre los signatarios no estaba, sin embargo, EEUU, como tampoco Rusia, China, la India o Pakistán.
El Reino Unido ha alquilado a EEUU la isla de Diego García, en el océano Índico, donde Estados Unidos tiene una gran base en la que almacena ese tipo de municiones, entre otras armas.
La posición oficial de Londres es que Washington tiene hasta el año 2013 para sacarlas de allí, como aseguró el pasado abril en el Parlamento la entonces secretaria de Estado para la Defensa y la Seguridad Internacionales, Ann Taylor.
Sin embargo, uno de los cables filtrados a Wikileaks indica que el Foreign Office ofreció a EEUU la posibilidad de "hacer una excepción temporal para misiones específicas", algo que ocultó, sin embargo, al Parlamento.
El cable filtrado revela por otro lado que la mayoría de las bombas racimo de EEUU están almacenadas en barcos en aguas de Diego García en un aparente intento de burlar la prohibición de que esas armas sigan en suelo británico después de 2013.
El cable en cuestión indica que el funcionario del Ministerio de Exteriores encargado de Política de Seguridad, Nicolas Pickar, "reconfirmó (a EEUU) que se permitiría a EEUU seguir almacenando (esas bombas) en aguas" de Diego García.
Thomas Nash, del grupo "Cluster Munition Coalition", que combate el uso de esas armas, declaró a la BBC que el Reino Unido se comprometió en su día a no ayudar a ningún país a usar bombas racimo y el cable en cuestión indica "una falta de respeto hacia el Parlamento y las prácticas democráticas" por parte del Gobierno.
"No debería permitirse ningún tipo de excepciones y las bombas racimo deberían desaparecer para siempre de Diego García y sus alrededores", afirmó Nash, según el cual cualquier autorización especial debería ser aprobada por el Parlamento.
EFE
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