Los efectivos policiales lanzaron bombas lacrimógenas a los comerciantes que negaban abandonar sus puestos. Los vendedores fueron acusados de iniciar un incendio para evitar el desalojo.
Una docena de ambulantes fueron desalojados la madrugada del viernes de sus puestos que ocupaban por más de diez años en la cuadra seis de la avenida Guillermo Rázuri, a la espalda del mercado de frutas en la zona de Caquetá en el Rímac.
Hasta el lugar llegó un contingente de 150 policías que lanzó bombas lacrimógenas a los comerciantes que se negaban a abandonar el lugar.
Los ambulantes, quienes aparentemente provocaron un incendio, dijeron que nunca fueron notificados ni tuvieron una conversación previa para dejar el lugar pacíficamente.
Sin embargo, el gerente de Rentas de la Municipalidad de Rímac, Grover Padilla, dijo que es falso que no se les haya comunicado esta medida.
"Desmiento rotundamente que no les hayamos notificado. Se les dijo previamente que debían retirarse de la vía pública; esta es la ejecución de una medida cautelar. Existe un documento de Defensa Civil que declara de alto riesgo a todas las instalaciones precarias en este lugar, que inclusive robaban el fluido eléctrico", dijo Padilla a través de RPP Noticias.
De otro lado, negó la versión de los comerciantes que acusaban a la Municipalidad del Rímac de haber enviado matones para provocar desmanes e incendios en la zona.
"Niego rotundamente esa afirmación y denuncio públicamente al presidente de la Asociación de comerciantes de este lugar. Hace tres semanas se le notificó del retiro y hoy él echó kerosene para causar un incendio. Lo culpo directamente a él por los disturbios”.
Por suerte no hubo heridos; sin embargo, hubo personas que pusieron a sus hijos como escudos.
Al final la policía dejó que los comerciantes saquen sus pertenencias sin problemas.
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