El desayuno es el alimento principal de toda persona, pero lo es en particular para los niños por el desgaste de energía que invierten a su corta edad.
El ritmo de vida impide a muchos padres de familia brindar más atención al desayuno, y en muchos casos sus pequeños terminan consumiendo alimentos que nutricionalmente no son los indicados para su desarrollo.
Para asegurarnos que los niños estén bien nutridos, los padres deben velar porque en el desayuno no falten los siguientes alimentos:
Lácteos: leche, yogur , y/o queso
Cereales: galletas, pan, cereales
Grasas: mantequilla, margarina, aceite de oliva
Frutas: o jugo de frutas
Otros: mermeladas, fiambres, miel, etc.
Cuando el desayuno aporta por lo menos 3 alimentos de los mencionados arriba, con toda seguridad, contribuirá a que los niños se desarrollen adecuadamente y tengan mayor energía para las actividades del día.
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