Parece que no habrá el monólogo inicial, piezas de películas proyectadas ni bromas acerca del momento que se vive en Estados Unidos
Un artículo publicado en el USA Today reseña que este año, la ceremonia del Óscar de la Academia, que se realizará el 22 de febrero en el Teatro Kodak, tendría una serie de innovaciones que no necesariamente serán del agrado del respetable.
Para empezar Bill Condon y Laurence Mark, realizadores de la gala, quieren hacer muchos cambios. En primer lugar, hacen toda una declaración de principios: "Desechamos el habitual monólogo inicial, un sinfín de piezas proyectadas sin valor alguno o humorísticos speechs de algunos presentadores. Lo único que estamos obligados a hacer es dar los premios en el escenario. Pero hay muchas maneras de hacer eso", han dicho.
Un indicio de los cambios lo dio el actor Hugh Jackman quien se ha negado a hacer una intro humorística, puesto que él se considera actor y no cómico. En su lugar, muy probablemente, habrá un espectáculo musical con baile incluido en el que participaría el propio Jackman. Y eso que él es actor y no bailarín.
Los realizadores defienden la idea de no desvelar el nombre de los presentadores puesto que ellos aseguran que eso no les dará más audiencia y lo que sí conseguirá es aumentar las expectativas en torno a la ceremonia.
Quizá el punto más álgido se refiere a que los ganadores del año pasado no necesariamente presentarán los Óscar de este año. Esto es algo que se hacía en las categorías de interpretación, en las que el actor ganador del Premio de la Academia del año anterior entregaba el de mejor actriz en éste, por ejemplo.
Esto significa que no necesariamente Javier Bardem presentará la categoría de mejor actriz secundaria, o lo mismo podríamos decir de Daniel Day - Lewis, Marion Cotillard o Tilda Swinton.
Por lo demás, ellos quieren hacer una fiesta, no una ceremonia. Y como en toda fiesta, no faltará Jack Nicholson. Los fans de los Óscar no han reaccionado con agrado a estos cambios, aunque se les deja el margen de la duda para ver, quizá, si son capaces de contentarnos y sorprendernos el próximo 22 de febrero.
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