Las autoridades policiales deberán ubicar y capturar a Llamoja Hilares, a fin que cumpla con el resto de su condena en un establecimiento penitenciario.
El paradero de la joven Giuliana Llamoja (25), condenada por matar a su madre en el 2005, es incierto desde que el 28º Juzgado Penal para procesos con Reos en Cárcel revocó su semilibertad y dispuso su detención, advierte hoy la prensa local.
El domicilio legal que Llamoja registró es la calle Marchand 275, en el distrito de San Borja, donde la policía acudió ayer por la tarde, pero no la ubicó.
Algunos vecinos recordaron haberla visto en los últimos días; mientras que Migraciones señala no haber reportado movimiento migratorio reciente, refiere el diario El Comercio.
En la víspera, la Corte Superior de Justicia de Lima informó que se revocó la semilibertad de Llamoja Hilares por el incumplimiento de las reglas de conducta que se le impusieron en mayo de 2009.
Según se indicó, las autoridades deberán ubicar y capturar a Llamoja Hilares, a fin que cumpla con el resto de su condena en un establecimiento penitenciario.
La resolución judicial señala que la joven no cumplió varias de las reglas de conducta que se le impusieron al otorgársele la semilibertad el pasado 20 de mayo del 2009, por ello en las próximas horas las autoridades correspondientes deberán ubicar, capturar y trasladarla a un centro penitenciario.
El texto agrega que el juzgado ha determinado que Llamoja “no es una persona capaz de acatar determinadas pautas de conducción, demostrando un irrespeto por el Poder Judicial, como el no acreditar de manera constante su ocupación laboral, la misma que debería de presentar cada tres meses al despacho de la jueza”.
Además, no ha asistido debidamente a firmar los fines de mes el cuaderno de control de firmas, pese a encontrarse debidamente notificada sobre las normas. De igual modo, cuando el juzgado quiso corroborar su domicilio, presentó en documentos, un lugar de residencia que “se comprobó no existe”.
Llamoja mató a su padre María del Carmen Hilares el 5 de marzo del 2005 de 49 puñaladas tras una discusión, siendo condenada a 20 años de cárcel, pena que luego la Corte Suprema rebajó a 12 años.
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