´Aumentar la productividad es el gran trabajo que tenemos ahora´, aseguró el secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), Giorgio Trettenero.
América Latina debe mejorar su productividad para poder hacer frente a la desaceleración económica mundial y regional, dijo el secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), Giorgio Trettenero.
"Aumentar la productividad es el gran trabajo que tenemos ahora", aseguró Trettenero con motivo de la 48 Asamblea Anual de la Felaban cuyos debates comenzaron hoy y se extenderán hasta el martes en la ciudad colombiana de Medellín.
Trettenero recordó que América Latina en general ha venido creciendo en la última década a un ritmo promedio del 4 % anual "y es normal que luego venga un ciclo de menos expansión como el que vemos el día de hoy".
Según el último informe de proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicado en octubre, el estancamiento en las exportaciones de materias primas y la "incertidumbre" en la política interna de algunos países harán que Latinoamérica crezca este año un 1,3 %, en lo será la menor tasa de expansión económica de la región desde 2009, al tiempo que proyectó un 2,2 % en 2015.
Esta caída del precio de las materias primas es consecuencia de la progresiva desaceleración de China y de la crisis europea, mientras que Estados Unidos, el otro gran mercado de las "commodities" latinoamericanas, muestra una mejora, destacó el secretario general de Felaban.
"El sector bancario está muy ligado al crecimiento económico y debemos tener cuidado para que esta situación no lo afecte", añadió Trettenero.
El aumento de la productividad puede hacerse mediante la continuidad de "proyectos rentables", la adopción de "reglas del juego claras para que los inversionistas vengan", el fortalecimiento de la educación, la diversificación de la estructura productiva y exportadora y la construcción de obras de infraestructura como carreteras y puertos, explicó.
En la 48 Asamblea Anual de la Felaban, organizada en conjunto con la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria) participan unos 1.800 representantes del sector financiero de medio centenar de países de América, Europa y Asia.
Entre los temas a tratar está, además de la productividad, el papel de la banca en la transformación productiva y social de los países de América Latina y la inclusión bancaria en la región.
"En inclusión bancaria siempre hay cosas por hacer, oportunidades para mejorar; nuestra banca ha hecho muy buen trabajo y hemos venido creciendo al 5,5 % interanual", explicó Trettenero.
El secretario general de Felaban destacó que la inclusión bancaria tiene en la región barreras como la informalidad y los bajos ingresos de una gran parte de la población, que impiden alcanzar niveles de bancarización similares a los de Estados Unidos o Europa.
"No somos comparables con Estados Unidos, ellos no tienen el nivel de informalidad nuestro, ni nuestros niveles de pobreza. Si la gente no tiene para comer no va a estar ahorrando, no nos podemos confundir", manifestó Trettenero.
Por su parte la presidenta de Asobancaria, María Mercedes Cuéllar, dijo a Efe que Latinoamérica ha mejorado en materia de inclusión financiera y hay "mucho interés de los países de la región en avanzar más en este sentido", pero destacó, al igual que Trettenero, la existencia de barreras que impiden una mayor penetración de los servicios bancarios.
"Hay un avance grande, pero persisten problemas con la bancarización que tienen que ver también con la regulación, como dificultades para la apertura de cuentas y para dar créditos que debemos ir limpiando", aseguró.
Cuéllar coincidió con el secretario general de Felaban en que la alta dosis de informalidad de las economías latinoamericanas es un obstáculo no solo para la inclusión financiera sino que, agregó, es un fenómeno que favorece la corrupción y el lavado del activos.
En el caso de Colombia, la presidenta de Asobancaria abogó por la eliminación del impuesto a las transacciones financieras, conocido como "cuatro por mil" que, según dijo, no se ha podido quitar porque "se volvió muy cómodo para el Gobierno" pero "le hace mucho daño a la economía" y con ese tributo "es difícil aumentar la bancarización".
EFE
Comparte esta noticia