Hay personas que ni viajan a ningún lado, ni por supuesto se casan, y en casos extremos, deciden ni siquiera salir de sus casas.
Las connotaciones negativas que rodean a los martes 13 llegan a provocar sobre parte de la población una auténtica fobia («trezidavomartiofobia») hacia todo lo que acontece durante esas 24 horas.
Por ello, hay personas que ni viajan a ningún lado, ni por supuesto se casan, y en casos extremos, deciden ni siquiera salir de sus casas, señala el informe de ABC de España.
Sobre la expansión de la superstición de la supuesta ‘mala suerte’ del 13 hay varias teorías que surgió tras la eliminación de la Orden de los Templarios, el 13 de octubre de 1307, que se expandió de Estados Unidos a principios del siglo XX o, incluso, que tiene su origen en la antigüedad, por hechos como que 13 eran los comensales en la Última Cena de Jesucristo, 13 eran los espíritus malignos según la cábala judía o que es en el capítulo 13 del «Apocalipsis» en el que llega el anticristo.
También en la mitología nórdica hay un apartado para este número: la muerte de Baldo (dios de la luz) a manos de su hermano gemelo Herder (dios de la oscuridad) es fruto de los planes maquiavélicos del malvado dios del fuego, Loki, que acude al lugar de juegos de los doce dioses siendo él, el numero 13.
Otras teorías sitúan la combinación del día 13 con el martes a finales de la Edad Media, cuando el planeta martes era conocido como «el pequeño maléfico», representando al dios de la guerra, y por ende, el de la destrucción, la sangre y la violencia.
Hay otra teoría más específica que habla de la caída de Constantinopla el martes 29 de mayo de 1453, la cual supuso un profundo trauma para las potencias cristianas. Y algunos echan mano de la leyenda que dice que el martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel.
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