Empresa minera Lonmin ha advertido que en caso los trabajadores no vuelvan a sus labores este lunes 20 habrían despidos.
La empresa minera Lonmin en Marikana, a unos 100 kilómetros de Johannesburgo, ha conminado a los mineros en huelga a que regresen al trabajo el lunes, bajo amenaza de "posibles despidos".Esta orden llega tres días después del tiroteo en el que murieron 34 trabajadores de esta mina de platino.
Mientras tanto, el presidente del país, Jacob Zuma, ha decretado una semana de luto. "La nación está conmocionada", ha dicho en un comunicado en el que se señala que el próximo jueves "es el día oficial para la celebración de los funerales y para promocionar una sociedad libre de violencia", recoge el diario español El Mundo.
"El ultimátum fue aplazado hasta el lunes 20 a raíz de los acontecimientos del jueves", ha dicho por su parte, Gillian Findlay, portavoz de la empresa, en un correo electrónico a la agencia de noticias AFP. "Este ultimátum da a los empleados la última oportunidad de regresar al trabajo o enfrentarse a un posible despido".
El pasado jueves, al menos 30 mineros que se manifestaban en una mina de Sudáfrica murieron y más de 70 resultaron heridos en una nueva jornada de protestas en la mina sudafricana.
El ministro sudafricano de Policía, Nathi Mthethwa, dijo que los manifestantes iban armados con machetes y palos. "La Policía hizo todo lo que pudo, pero la gente (mineros) dijeron que no se marchaban y que estaban dispuestos a luchar", comentó el ministro sobre un suceso que ha causado conmoción en Sudáfrica y ha evocado la violencia del "apartheid", el régimen de segregación racial impuesto por la minoría blanca hasta 1994.
La Policía sudafricana alegó un día después legítima defensa, a pesar de que un vídeo colgado en YouTube muestra cómo los agentes disparan sin que los huelguistas, unos 3.000 según las autoridades, hagan otra cosa que dirigirse hacia ellos con palos y machetes. No hubo disparos preventivos, ni otros para simplemente herir y detener los disturbios: los agentes tiraron a matar.
Las protestas obligaron al presidente sudafricano, Jacob Zuma, a anunciar el viernes la creación de una comisión de investigación para esclarecer el tiroteo
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