Hoy hablaremos sobre el síndrome de la mujer eternamente insatisfecha o furor uterino. ¿Qué consecuencias puede traer en la vida sexual sentirse insatisfecha?
Hoy hablaremos del caso de la mujer pues su situación de insatisfacción provoca mayor impacto no solo en su vida sexual sino también en la de su pareja. Hoy en Era Tabú, el doctor Fernando Maestre hablará sobre la mujer eternamente insatisfecha.
Uno de los grandes problemas afectivos de muchas personas es la constante insatisfacción con su vida, ya sea desde el punto laboral, sexual, familiar o sentimental.
Las personas que tienen una actitud de insatisfacción permanente son individuos excesivamente infantiles y que de ninguna manera se sienten satisfechos por más que logren obtener aquello que desean, puesto que el deseo no es para ellos más que un apéndice del capricho.
Una variable de la insatisfacción se conoce como la mujer permanentemente insatisfecha la cual se caracteriza por buscar de forma obsesiva algún tipo de satisfacción que no logra alcanzar.
A este trastorno se le conoce también como “furor uterino”. Esto es producido por una alteración mental que lleva a la mujer a no sentir el orgasmo ni sentir ningún tipo de sensación que indique satisfacción en el ámbito sexual. Sin embargo, esta situación empuja a la mujer insatisfecha a la búsqueda constante de hombres con el objetivo de encontrar alguno que la satisfaga.
Las féminas con neurosis obsesiva también sufren de una variable del síndrome de la mujer insatisfecha. Esta es una alteración donde la mujer ha sido educada para nunca sentir ningún tipo de satisfacción; por lo tanto, la mujer bloquea cualquier experiencia agradable. Una manera de bloquear el disfrute es inventando en su cabeza ideas absurdas y repetitivas que ocupan su mente, como por ejemplo, obligar a la pareja a que se bañe cada 2 horas porque piensa que está contaminado y no pueden tener intimidad.
La tercera variable de la insatisfacción ocurre cuando la mujer consigue tener un vínculo afectivo estable pero que sabotean. Algunas mujeres que han sido frustradas de niñas o abusadas sexualmente, tienen la necesidad de que la pareja las mime en demasía antes de permitirles poder disfrutar de algún tipo de cariño o incluso intimidad. Si no sucede esto, pueden reclamar falta de afecto por parte de la pareja.
Finalmente, la insatisfacción permanente también puede ocurrir por la comparación con un ideal exaltado. Si nos referimos al ámbito de la pareja, es común ver el caso de la mujer que tiene su pareja pero lo menosprecia por compararlo constantemente con la figura de un hombre ideal imaginario.
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