Esta etapa permitirá familiarizar a los conductores y a la población con este megaproyecto que fue concluido tras un año de intenso trabajo.
Este lunes 18 de enero, se inaugura los dos túneles que conectarán a San Juan de Lurigancho con el centro de Lima y otros distritos, en una etapa de preoperación de 30 días denominada Marcha Blanca, anunció la comuna capitalina.
Mediante un comunicado, la Municipalidad de Lima precisó que solo vehículos ligeros y aquellos cuya carga no superen las seis toneladas circularán desde las 10:00 hasta las 16:00 horas por los túneles Santa Rosa y San Martín.
Señaló que esta etapa permitirá familiarizar a los conductores y a la población con este megaproyecto que fue concluido tras un año de intenso trabajo.
“Si bien tenemos todos los estudios (sobre la circulación de vehículos por esa zona), estos tienen que confirmarse con el tránsito real”, argumenta el municipio provincial.
Este proceso permitirá recabar información que será útil para cuando los túneles ingresen a la etapa operativa, optimizando así el servicio que brindarán a la ciudad, agregó.
¿Quiénes podrán pasar?
Durante los próximos 30 días estará prohibido el tránsito de vehículos con cargas explosivas o tóxicas por los referidos túneles.
Tampoco circularán unidades de transporte público, carga pesada, mototaxis, vehículos lineales y peatones.
Los nuevos túneles enlazarán directamente con las avenidas Tacna, Garcilaso de la Vega y Arequipa, permitiendo así la conexión de San Juan de Lurigancho con Cercado de Lima, Jesús María, Lince, San Isidro y Miraflores, abriendo así el camino para conectar con los distritos del litoral a través de la Costa Verde.
El túnel Santa Rosa tiene una extensión de 243.88 metros, mientras que el túnel San Martín alcanza los 248.88 metros. La altura total de cada túnel es de unos 8 metros mientras que el ancho de la calzada supera los 11 metros de longitud. Cada túnel tendrá dos carriles para la circulación vehicular.
La administración municipal retomó en enero de 2015 los trabajos de excavación y perforación de los túneles, que habían sido interrumpidos desde 2011, y en junio pasado anunció que la construcción había avanzado hasta un 50 por ciento debido a un acelerado ritmo de trabajo dispuesto en consenso con la empresa contratista.
Los trabajos realizados incluyeron también el reforzamiento integral de los túneles, la colocación de micropilotes, tubos de acero inyectados en cemento, arcos metálicos y mallas de acero, la estabilización de las laderas adyacentes y su enmallado para asegurar la seguridad y acabar con el riesgo de derrumbes.
Andina
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