La senderista cumplió su sentencia de 25 años de prisión este lunes y emprendió un viaje hacía el norte del país.
Maritza Garrido Lecca dejó la noche de este viernes la prisión tras cumplir su sentencia de 25 años por terrorismo. Sin embargo, la bailarina capturada en 1992 a los 27 años por esconder al cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, no siempre tuvo esas ideas radicales que sumieron al país en dos décadas de terror.
Nacida en Callao el 27 de marzo de 1965, Maritza fue criada en una familia de clase media alta limeña y estudió en el colegio religioso Sophianum ubicado en el distrito de San Isidro. Luego decidió estudiar Educación en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Danza Clásica en Ballet Nacional.
De acuerdo al policía miembro del Grupo Especial de Inteligencia de la Dirección contra el Terrorismo (GEIN) Antonio Ketin Vidal, a mediados de la década de 1980 Garrido Lecca se vinculó a grupos con ideas radicales de izquierda. Entonces dejó la religión católica y se reveló contra su familia, luego en el año 1986, realizó un viaje a Cuba que le sirvió para reforzar las creencias que adquirió.
Vinculación a Sendero Luminoso. De acuerdo a un reporte del programa Vidas Secretas, su vínculo con Sendero Luminoso habría comenzado en 1991 cuando su tía, la monja Nelly Evans Risco fue arrestada por esconder a Abimael Guzmán en su casa. Pero fue su relación con el arquitecto Carlos Incháustegui a inicios de 1992 habría sido crucial para concretar su participación en el grupo terrorista.
Junto a Incháustegui, Maritza alquiló una casa en el distrito de Surquillo donde ella impartía clases de ballet a niñas, mientras que en el segundo piso escondía a Abimael Guzmán, quien planeaba las estrategias de Sendero Luminoso y continuaba extorsionando a personas. En abril de ese año el GEIN comenzó a vigilar la casa de la pareja luego de que detuvieran al jefe de economía de Sendero, Luis Arana Franco.
Los agentes del GEIN vigilaron esta casa durante dos meses antes de proceder con la detención. El 12 de setiembre de 1992, se produjo la intervención cuando por la noche Garrido Lecca e Incháustegui dejaron la vivienda con unos invitados. Se capturó a Abimael Guzmán, Elena Iparraguirre, Carlos Incháustegui y Maritza.
Sin arrepentimiento. Tras su captura Garrido Lecca dijo no pertenecer a Sendero Luminoso y que su única actividad era la danza contemporánea. Durante su interrogatorio comentó que se dedicaba a dictar clases y que no se consideraba terrorista, Maritza afirmó no sentir arrepentimiento por su accionar.
“Soy una prisionera política, una prisionera de guerra y una hija del pueblo peruano. No me arrepiento de nada, para mí el arrepentimiento es lo más bajo moralmente”, dijo.
En 1992 Maritza recibió una condena a cadena perpetua por traición a la patria por esconder a Abimael Guzmán. En 2002 se le abrió un nuevo juicio y se varió su pena a 25 años de prisión.
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