La estadounidense Simone Biles es la nueva campeona olímpica de gimnasia, título individual que suma al que logró dos días antes en la final por equipos de los Juegos de Río 2016.
La gran estrella de la gimnasia internacional, la estadounidense Simone Biles, conquistó este jueves el oro del concurso general individual y sumó así el segundo título de su debut olímpico en Río 2016, donde aún puede llevarse otros tres en las finales por aparatos.
Los detalles. La campeona acumuló 62,198 puntos. La medalla de plata fue para su compañera Alexandra Raisman (60,098) y la de bronce para la rusa Aliya Mustafina (58,665), que llegó a ser líder pero no resistió el ritmo de las norteamericanas.
Récord. Hasta esta jornada, la mayor distancia entre el oro y la plata olímpica eran los 1,4 puntos que la checa Vera Caslavska sacó a la soviética Zinaida Voronina en 1968. Biles, con las uñas y los ojos pintados de dorado, mandó hoy a paseo esos registros.
Lo que viene. La gimnasia artística se toma ahora dos días de descanso en Río 2016 antes de abordar entre domingo y martes las finales por aparatos.
El dato. La biografía de Biles se acopla perfectamente al modelo del sueño americano: miembro de una familia desestructurada, adoptada por su abuelo y la mujer de este debido a la desatención de su madre, comenzó a practicar la gimnasia en Texas a los 6 años. Alguien adivinó su talento y la encaminó hacia un entrenamiento serio. El último capítulo de esta historia se escribe en Río.
A los 15 años Biles abandonó la escuela pública y continuó en casa sus estudios de bachillerato, para dedicar así más tiempo a la gimnasia. Se graduó en 2015, siendo ya doble campeona mundial. Un año después ya suma, entre las distintas disciplinas, diez títulos mundiales y dos olímpicos. Dos de dos, pero, salvo catástrofe, serán cinco de cinco. No hay en Río nadie que se le acerque. EFE
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