Thiago Braz generó asombro mundial cuando en el salto con garrocha superó la barrera de los 6.03 metros para establecer el récord olímpico.
La competencia de salto con garrocha de Río 2016 hipnotizó a más de uno en todo el mundo, ya que el duelo entre el brasileño Thiago Braz y el francés Renaud Lavillenie en el Estadio Joao Havelange de Río de Janeiro.
La localía pesó y se vio una hazaña. Thiago Braz da Silva se metió a la historia del deporte como el primer campeón olímpico de Brasil en la historia y con un salto que valió establer la marca estandarte del salto con garrocha con 6.03 m.
Duro ambiente. No era el día más propicio para la pértiga. La final comenzó con una hora de retraso por culpa de la lluvia y luego sufrió una interrupción debido a la avería del motor que eleva el listón. Los jueces hubieron de recurrir a la clásica horquilla para subir la barra hasta los apoyos.
El camino al oro. Lavillenie empezó a saltar en 5.75, cuando quedaban en competición otros 5 atletas. El francés ejecutó perfectamente, sin un solo nulo, hasta superar los 5.98. Da Silva, que llevaba dos fallos, se vio obligado a renunciar a esa altura porque, con todos los demás ya eliminados, el hecho de superarla no modificaba su segundo puesto. Su única ruta hacia el oro pasaba por saltar 6.03, diez centímetros por encima de su récord personal. El silencio consumió el estadio cuando Thiago Braz da Silva estaba en el aire y luego de que cayó a la colchoneta, todo el escenario vibró con el segundo oro para Brasil en Río 2016.
Sensación en redes sociales. En redes sociales, más de uno sintió emoción por el ver el mano a mano entre Braz da Silva y Lavillenie, el mismo duelo que se resolvió con un salto de otro planeta para delirio de los brasileños.
El bronce fue para Estados Unidos. La medalla de bronce fue para el estadounidense Sam Kendricks, que dio a su país la medalla olímpica número 18 en esta disciplina con una marca de 5,85.
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