La seis veces campeona mundial Simone Biles brilló en su debut en París 2024 con ejercicios en barra, salto y suelo pese a padecer problemas en el tobillo desde mitad de competición.
Tres años después de las dificultades que padeció en Tokio, la norteamericana Simone Biles regresó este domingo con fuerza a la competición de Juegos Olímpicos durante la jornada de clasificación de gimnasia artística de París 2024, rodeada de una gran expectación. Revive todos los detalles que dejó su participación.
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Todas las miradas en un repleto Arena Bercy estaban puestas en Simone Biles, quien entró al pabellón con el gesto concentrado entre los vítores y aplausos de un público entre el que se encontraban el actor Tom Cruise, la cantante Ariana Grande o el rapero Snoop Dogg.
La gimnasta, de 27 años, no tardó en demostrar que llega a París en plena forma y ejecutó con precisión su compleja rutina en la viga de equilibrio, aparato donde acumula dos bronces olímpicos.
Con un maillot destellante y visiblemente satisfecha tras su primera actuación, Simone Biles aterrizó de la viga con otra sonora ovación.
Simone Biles, estrella de París 2024
Aunque compitió en la segunda de las cinco subdivisiones de la ronda clasificatoria, con mucha jornada aún por delante, de momento se puso por delante en la general individual, en barra, en suelo y en salto, y solo en las asimétricas, el único aparato en el que nunca ha ganado una medalla olímpica, fue superada por varias rivales.
Estados Unidos, rotundamente favorito para adjudicarse el oro, domina la clasificación por equipos con 172,296 puntos, por encima de Italia, China y Gran Bretaña, a la espera de la actuación de otras potencias como Brasil y en ausencia de las campeonas en Tokio 2020, las rusas, sancionadas y apartadas de los Juegos.
Simone Biles regresó a escena con un ejercicio de barra fantástico, precedida por una ovación atronadora en el pabellón de Bercy. Habían pasado tres largos años desde que en Tokio sufrió una crisis que la llevó a abandonar la competición y a alejarse de los gimnasios durante dos años.
Con el dorsal 391, vestida con un maillot negro con destellos de plata, Biles entró al aparato y no tuvo ni una duda en todo el ejercicio. Clavó las piruetas, enlazó los elementos con seguridad e hizo una salida perfecta, con doble mortal hacia atrás.
Aunque sacó un pie del tapiz en el triple-doble de su serie de apertura, presentó una nota de dificultad tan elevada, 6.800, que pudo recibir una calificación de 14,600 que la colocó como la mejor.
Durante el calentamiento de salto, Biles se vendó el tobillo y la pantorrilla izquierda. Ejecutó con una altura insólita el yurchenko con doble mortal carpado, el salto más difícil del código, apenas con un paso atrás en la recepción. Fue entonces cuando se percibió que regresaba al carril con una cojera notable, para hacer su segundo intento.
Por fortuna para ella y para su equipo, solo debía completar su ejercicio de asimétricas, sin desgaste para el tobillo salvo en la salida. Cumplió con un 14,333, en un aparato en el que apunta al oro la argelina Kayla Nemour, excepcional en sus movimientos entre las dos bandas (15,600).
En total, Biles sumó 59,566 puntos, por delante de dos de sus compañeras, Sunisa Lee, oro en Tokio, con 56,132 y Jordan Chiles con 56,065. En la última subdivisión saldrá la considerada máxima rival de las estadounidenses, la brasileña Rebeca Andrade, plata hace tres años.
(Con información de EFE y AFP)
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