El Buggy de Sainz tuvo problemas con el suministro eléctrico desde el principio de la jornada y quedó en el puesto 14 en la etapa. El español quedó relegado al quinto lugar de la general.
El piloto español de coches Carlos Sainz (Buggy) aseguró que llegó a pensar que el Dakar se había terminado para él, cuando su vehículo sufrió problemas eléctricos en la tercera etapa, entre Pisco y Nazca, en Perú.
"Pensé que el rally se acababa para mí", dijo el madrileño, aliviado a la llegada al campamento de Nazca. Sainz fue decimocuarto en la etapa, a más de media hora del vencedor, el catarí Nasser Al-Attiyah.
El Buggy de Sainz tuvo problemas con el suministro eléctrico desde el principio de la jornada. "El auto se encendía y se apagaba hasta que al final, quedando 60 kilómetros, se paró del todo", relató.
Sainz y su copiloto han perdido algunos minutos más arreglando el automóvil hasta que han conseguido encenderlo de nuevo, aunque seguía deteniéndose cada pocos kilómetros. A pesar del traspié, Sainz aseguró que la avería no es grave, y la atribuyó a "un problema de juventud" del nuevo coche.
Sainz, que había ganado las dos primeras etapas, perdió el liderato y se vio relegado a la quinta plaza en la general, a 21 minutos y 16 segundos del líder, el francés Stéphane Peterhansel.
EFE
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