De la mano de Kevin Durant, el equipo de Golden State ganó 129 a 120 ante los Cavaliers de Cleveland.
De la mano de Kevin Durant (que con 39 puntos lideró el ataque ganador), los Golden State Warriors se impusieron por 129 contra 120 a los Cavaliers de Cleveland en el quinto partido de las Finales de la NBA y se proclamaron nuevos campeones. Esta es además la consagración del base Stephen Curry como uno de los mejores y más influyentes jugadores del siglo XXI.
Disputado encuentro. Los Warriors ganaron 4-1 la serie al mejor de siete y lograron el segundo título en las últimas tres temporadas teniendo en todos los duelos a los Cavaliers, que en la pasada se proclamaron campeones después de remontar una desventaja de 1-3.
Durant, que jugó su primera temporada con los Warriors tras abandonar a los Thunder de Oklahoma City para convertirse en agente libre, volvió a ser el hombre decisivo en el ataque de los Warriors al anotar 14 de 20 tiros de campo, incluidos 5 de 8 triples, y estuvo perfecto 6-6 desde la línea de personal.
Punto de quiebre. La clave del partido estuvo en el segundo periodo cuando los Warriors rompieron el partido a su favor con racha de 21-2 que sería decisiva. Luego en el cuarto cuando los Cavaliers intentaron la remontada, Durant surgió una vez más con su mejor toque de muñeca y anotó 10 puntos, incluidos un triple que sería decisivo.
Los Warriors llegaron al descanso con la ventaja de 11 puntos (71-60), que nunca más perdieron, aunque los Cavaliers se colocaron varias veces a tres tantos. A pesar que el alero estrella LeBron James brilló de nuevo con una gran actuación individual al aportar un doble-doble de 41 puntos, 13 rebotes, 8 asistencias, recuperó dos balones y perdió tres. (EFE)
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