El "Rey" volvió a su casa tras cinco años en los Miami Heat pero tuvo un partido para el olvido donde fue superado por el elenco neoyorkino por 90-95.
El debut del alero LeBron James en su vuelta con los Cavaliers de Cleveland acaparó toda la atención de la actividad dentro del mundo de la NBA sin que luego cumpliese en el campo con las altas expectativas que el mismo se había encargado de promocionar.
James regresó al Quicken Loans Arena, de Cleveland, ante el delirio de los 20.562 que acudieron a verlo de nuevo vestido con la camiseta de los Cavaliers, que cambió de modelo, y lo hizo por la puerta de atrás ya que no pudo evitar la derrota por 90-95 ante los Knicks de Nueva York.
Los Cavaliers, con los que debut el nuevo entrenador David Blatt, perdían en el partido inaugural y frente a un rival que llegaba de ser derrotado por los Bulls de Chicago, que en el Madison Square Garden la noche anterior les propinaron paliza de 80-104.
James concluyó el partido con una aportación de 17 puntos después de anotar sólo 5 de 15 tiros de campo, falló 4 de 5 triples, y acertó 6 de 7 desde la línea de personal. "No hice demasiado en el campo, pero no tuve ningún tipo de nervios", admitió LeBron.
EFE
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