La emotiva historia de la judoca brasileña Rafaela Silva que se crió en el rincón más reprimido de Río de Janeiro.
El primer oro que consiguió Brasil en los Juegos Olímpicos Río 2016 tuvo como protagonista a Rafaela Silva (24 años) que proviene de la famosa favela Ciudad de Dios. La judoca se coronó nueva campeona olímpica en menos de 57 kilos.
Ciudad de Dios - El deporte transformó la vida de 'Rafa', quien quince años después de su primer contacto con el judo saboreó la gloria olímpica en un entregado Carioca Arena 2. Criada en la famosa favela Ciudad de Dios, Silva entregó a la delegación anfitriona su primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 con una solvente actuación en el Parque Olímpico de Barra.
Hizo historia - Para hacer realidad el sueño de todos los deportistas brasileños que participan en la cita, Rafaela Silva doblegó con un waza-ari a la representante de Mongolia Sumiya Dorjsuren, líder del ránking mundial. Esa certera acción le permitió mejorar la plata del tirador Felipe Wu, el encargado de inaugurar la cosecha de Brasil con su segundo puesto en la final de pistola de 10 metros.
Emocionada - La victoria de Rafaela Silva significa, además, la medalla número 20 del judo brasileño en la historia de los Juegos Olímpicos. Emocionada tras haber llevado su nombre a la portada de todos los medios locales, Silva confesó que había entrenado "al máximo durante todo el ciclo olímpico". "Salía de los entrenamientos llorando porque realmente deseaba esta medalla. Por suerte, trabajé lo suficiente como para conquistarla", resumió.
No olvida la favela - Rafaela Silva no olvidó sus orígenes. "Nací en una comunidad que no me permitía plantearme muchos objetivos en la vida. Soy de Ciudad de Dios. Empecé a practicar judo por diversión y ahora soy campeona mundial y olímpica", destacó emocionada. EFE
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