El tenista suizo inició la defensa de su título con una victoria ante el alemán Benjamin Becker.
El número uno del mundo, el suizo Roger Federer, inició con autoridad la defensa del título que conquistó el pasado año en el Masters 1.000 de Madrid, con una rotunda victoria ante el alemán Benjamin Becker (6 a 2 y 7 a 6(4)), para avanzar a la tercera ronda.
Federer, que tardó ochenta minutos en solventar el partido, pretende encontrar el tono adecuado a la tierra después de su efímero paso por el Masters 1.000 de Roma, donde perdió en su primer partido ante el letón Ernests Gulbis y se quedó a medio camino del éxito en Estoril, donde se estancó en semifinales tras caer con el español Albert Montañés.
El número uno del mundo, que hace una temporada tomó impulso en este mismo escenario para la conquista, por primera vez en su carrera, de Roland Garros, salió como un tiro ante Becker, verdugo en la víspera del español Carlos Moyá.
En un abrir y cerrar de ojos el helvético ya se había apuntado el primer parcial ante un adversario mediatizado por el relumbrón del jugador más laureado de la historia. Juega cómodo Federer, a gusto, respaldado por la altura de Madrid. Con las bolas más rápidas, más acorde a su modo de entender el tenis.
Becker mejoró en el segundo parcial pero el suizo estuvo sólido. No concedió una sola ocasión de rotura a su rival en todo el partido. Sin embargo, rompió en dos ocasiones el del germano en el primer set. No obstante, no fue hasta el "tie break" cuando el número uno del mundo, después de desperdiciar dos puntos de partido en el duodécimo juego, pudo cerrar el encuentro.
Federer se enfrentará en octavos de final al ganador del partido entre su compatriota Stanislas Wawrinka, duodécimo favorito y verdugo del español Marcel Granollers, y el argentino Leonardo Mayer.
EFE
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