El tenista suizo derrotó al argentino Del Potro y no tiene mucho tiempo para recuperarse, porque este domingo tiene que enfrentar a Nadal en la Copa Maestros.
El suizo Roger Federer afirmó que el cansancio físico no será un obstáculo para enfrentarse mañana, domingo, al español Rafael Nadal en las semifinales de la Copa de Maestros tras batir esta tarde en un exigente duelo de casi dos horas y media al argentino Juan Martín del Potro.
"Que el cuerpo esté dolorido o cansado es algo que hasta cierto punto puedes superar. Ahora mismo eso es secundario, es una cuestión más mental", señaló en rueda de prensa el suizo, que resaltó que "a estas alturas de la temporada es difícil para todos".
"Quizás para mí es un poco más difícil, porque he jugado mucho las últimas dos semanas, esta es la tercera seguida en la que compito. Además, acabo de jugar un partido duro contra Juan Martín. Las cosas son así", sostuvo Federer.
El helvético se tuvo que emplear a fondo para remontar un partido en el que perdió el primer set y empezó por detrás en el marcador en los tres parciales (4-6, 7-6 (2) y 7-5).
A sus 32 años, Federer aspira a ganar su séptima Copa de Maestros al término de una de las temporadas más grises de su carrera, en la que hasta la fecha tan solo ha levantado un trofeo (Halle).
"Ya veo la luz al final del túnel. Solo quedan dos partidos más y ya está. La temporada se habrá acabado para mí", afirmó el suizo, que apuntó que espera que su mejor partido del 2013 esté todavía por llegar, mañana ante Nadal.
"Tengo que saltar a la pista con la mentalidad adecuada. Quizás jugar con menos presión que en los últimos encuentros contra él", apuntó el número siete del ranking, que ha perdido los últimos tres duelos ante el español, en Cincinnati, Roma e Indian Wells.
Federer dijo que prefiere verse a sí mismo como el contrincante más débil mañana ante Nadal, "debido a las circunstancias y a cómo ha ido el año": "Quizás esa libertad es lo que necesito para dar un poco más mañana", afirmó Federer.
EFE
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