El Gobierno italiano que dirige el tecnócrata Mario Monti prohibió la candidatura de Roma para albergar los Juegos Olímpicos de 2020.
Roma no será sede de los Juegos Olímpicos en el 2020, recordando lo acontecido en 1993 cuando Milán se retiró en la lucha por acoger los de 2000.
En ambos casos se da la circunstancia de que el motivo principal aducido ha sido la delicada situación económica por la que, entonces y ahora, pasa Italia.
Con la caida de la propuesta de Roma, son cinco las ciudades que optarán a ser sede de los Juegos Olímpicos de 2020: Madrid, Tokio, Doha, Bakú y Estambul.
Madrid, Tokio, Doha y Bakú ya han cumplido con el trámite de presentar en el Chateau de Vidy (sede del COI frente al lago Leman de Lausana) el informe que contiene las respuestas redactadas por Madrid 2020 a las preguntas remitidas por el COI; mientras que Estambul está previsto que lo haga mañana.
La decisión recuerda lo acontecido en marzo de 1993, cuando el Comité Promotor "Milán Olímpica 2000" anunció oficialmente la retirada de la candidatura de la capital lombarda para ser sede de los Juegos Olímpicos de ese año.
Ahora, prácticamente a un mes de cumplirse los diecinueve años de la retirada milanesa, el gobierno italiano de Monti ha desbaratado las ilusiones de Roma de cuando menos intentar organizar los Juegos Olímpicos de 2020.
Ya se había constituido un Comité Promotor de Roma 2020, nombrando como su presidente a una de las "piezas fuertes" del olimpismo en Italia: Mario Pescante, gran acaparador de importantes cargos durante su dilatada carrera deportiva .
Pescante es actualmente vicepresidente del COI, del que además es embajador ante la ONU. Y fue, entre muchas otras cosas, presidente del Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI), fundador de la Academia Olímpica Nacional, vicepresidente de la Asociación de Comités Olímpicos Europeos y comisionado especial para los Juegos Olímpicos de Invierno en Turín 2006 y para los Juegos Mediterráneos de Pescara en 2009.
En el terreno político ha sido subsecretario para el Patrimonio Cultural con especial responsabilidad para el deporte en gobiernos presididos por Silvio Berlusconi, y sigue siendo diputado.
Los importantes contactos de Pescante dentro del olimpismo era la gran esperanza para Roma 2020. A ello se unían la fascinación de la ciudad y el apoyo mostrado por deportistas de elite y artistas, especialmente en los últimos días con manifiestos de respaldo a la candidatura romana.
Pero la gran crisis económica mundial, que afecta notablemente a una Italia que, justo por ella, vio el adiós de Berlusconi y la llegada del tecnócrata Monti a la presidencia del Gobierno, ha dado al traste con los nuevos deseos olímpicos de Roma.
EFE
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