La tenista estadounidense derrotó a la belga Justine Henin por 6-4, 3-6 y 6-2 y se adjudicó por quinta vez el torneo australiano.
El grito de Serena Williams resonó con fuerza en la Rod Laver Arena al derrotar hoy a la belga Justine Henin por 6-4, 3-6 y 6-2 en la final, y convertirse en la primera jugadora desde que comenzó la Era Open en ganar por quinta vez el Abierto de Australia.
Serena comenzó con un saque directo y acabó con un revés ganador al fondo de la pista. Y así, en la final número 50 de su carrera, destrozó el sueño de Henin, que después de 18 meses de retirada había vuelto al circuito, y con solo 11 partidos, incluido su acceso a la final de Brisbane, retó a la número uno en este Grand Slam.
La menor de las Williams ya tiene 12 de estos grandes, cinco en Melbourne (2003, 2005, 2007 y 2009) que le han servido para empatar la docena que logró su compatriota, la mítica Billie Jean King, que hoy presenció el partido en las gradas.
Serena se va de Melbourne con un gran botín, pues el título individual le reportó un cheque por 2,1 millones de dólares australianos (1,33 millones de euros), al que hay que sumar el de dobles, título que ganó también por segundo año con su hermana Venus, y que significó 450.000 dólares australianos (286.775 euros).
La estadounidense se convirtió en la primera jugadora en defender con éxito su título desde que su compatriota Jennifer Capriati ganó por segunda vez en 2002. Acumula ya 36 títulos.
La australiana Margaret Court, la más prolífica ganadora en Australia, con 11 títulos y también la mujer-récord del Grand Slam con 24, entregó a Serena la Copa Daphne Akhurst. "Gracias, Dios", dijo la ganadora, que luego fue nombrando uno a uno a los miembros de su equipo, y que envió un mensaje a su padre Richard ausente del encuentro. "Sé que me habrás enviado un correo, gracias, te quiero mucho", dijo.
"Ha sido muy emotiva para mí", señaló Justine, ganadora en 2004 y que se retiró por problemas estomacales en la del 2006 frente a la francesa Amelie Mauresmo.
"Creo que nunca me había pasado. Este es el sitio más especial para mi y prometo volver el próximo año. Felicidades Serena, eres una real campeona", dijo Henin, que no pudo igualar el fenomenal regreso de su compatriota Kim Clijsters, ganadora del Abierto de EE.UU. el pasado año, en su vuelta a las pistas.
Tumbada de espaldas en la pista central, relamiéndose por su éxito Serena disfrutó de este nuevo título, en un partido mucho mejor que el de la final del año pasado cuando se impuso a la rusa Dinara Safina, por un pírrico 6-0 y 6-3.
Esta vez, ambas jugadoras se batieron en una dura lucha. La "Messi" del tenis, como su entrenador el argentino Carlos Rodríguez ha bautizado a Henin, por su versatilidad, rapidez y gran técnica, navegó entre los aciertos y los errores.
Henin despide así su regreso, asegurándose al menos un puesto entre las 40 mejores del mundo. Su físico ha resistido y ahora con algo más de tiempo amenazará en el ranking.
EFE
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