Un 29 de setiembre de 1988, el equipo nacional de vóley consiguió la medalla de plata en las Olimpiadas de Seúl tras caer en un emotivo duelo ante Unión Soviética.
Y estuvimos cerca de la gloria. Un 29 de setiembre de 1988, en plena madrugada, el país entero se paralizó para ver el accionar de seis corajudas voleibolistas que defendieron con orgullo la camiseta nacional en las Olimpiadas de Seúl.
Tras vencer a Japón en un disputado duelo, las "Matadoras" de Man Bok Park ganaron el derecho de disputar la medalla de oro de los Juegos ante un duro rival como la Unión Soviética.
Así, con ese orgullo y vergüenza deportiva que las caracterizó, las chicas salieron al frente y pese a que mostraron un buen nivel cayeron ante las soviéticas por 2-3, luego de ir ganando los dos primeros sets.
Conseguida la presea de plata, el equipo peruano tuvo un apoteósico recibimiento en el estadio Nacional, donde el pueblo y el Estado le rindió un merecido reconocimiento.
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