Un envío del australiano Steven Bowditch tuvo como destino el rostro de este desafortunado aficionado.
El golfista australiano Steven Bowditch nunca imaginó que un envío suyo terminaría estrellándose de lleno en la cara de un espectador, quien cayó de inmediato sobre el gramado.
Steven no pudo salir del hoyo 11, un par de 400 metros, y mandó su bola justo donde se encontraba un aficionado que apreciaba de manera tranquila la jornada del día al lado de un árbol. La bola tuvo como destino final la naríz de este desafortunado hombre.
El terrible impacto provocó que este seguidor termine ensangrentado con la nariz rota. Según los comentaristas que estaban en la transmisión del torneo, el error de este aficionado fue colocarse delante del árbol y no detrás.
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